ANTICONCEPCIÓN/ Esta píldora monofásica puede tener menos impacto metabólico

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Los componentes naturales animarán a más mujeres a utilizar estos fármacos
| 2009-09-20T18:06:00+02:00 h |

MÓNICA RASPAL

Env. esp. Roma (Italia)

El nuevo paradigma en anticoncepción oral pasa por la combinación de un estrógeno natural idéntico al que produce el organismo de la mujer (17beta-estradiol) con un derivado de la progesterona natural altamente selectivo (acetato de nomegestrol).

Este anticonceptivo monofásico —desarrollado por Merck Serono y cuya solicitud de autorización para su comercialización en la Unión Europea ha sido aceptada recientemente por la Agencia Europea del Medicamento (EMEA)— se presenta como una alternativa “segura, eficaz y con un adecuado perfil farmacológico” frente a la combinación de estrógeno sintético (etinil-estradiol) y gestágenos derivados de la testosterona (progestágenos) de los anticonceptivos orales combinados (ACO) que se han usado hasta ahora. Además, y siguiendo la tendencia actual de las píldoras monofásicas, la dosis constante de hormonas se distribuye en 24 días más cuatro de placebo —en lugar de 21 y 7—, lo que mejora la adherencia y reduce los síntomas menstruales.

Así lo señalaron los expertos reunidos en el VIII Congreso de la Sociedad Europea de Ginecología, donde explicaron que, aunque la mayoría de las mujeres que utilizan la píldora están satisfechas, son muchas las que se muestran preocupadas por sus posibles efectos adversos.

Uno de ellos es el riesgo de trombosis asociado al etinil-estradiol, pese a que los niveles de éste se han ido reduciendo desde los 150 mcg que tenían los fármacos en sus comienzos, (hace 50 años) hasta los 30 mcg y 15 mcg de la actualidad. Por otra parte, los progestágenos espesan el moco cervical causando dificultades al esperma en su entrada al útero y en la fertilización del óvulo, según expuso Natalie Chabbert, miembro del Comité Experto del Congreso.

Sin embargo, esta nueva combinación —cuyo ensayo en fase 3 está finalizado pero sus resultados no serán publicados, previsiblemente, hasta finales de este año—ha demostrado menos impacto metabólico a nivel de laboratorio y, aunque no es el primero que utiliza un estradiol similar al que produce el ovario, sí es el único que lo combina con una hormona de gestágeno natural con capacidad para suprimir la ovulación y prevenir la proliferación excesiva de tejido endometrial, evitando así los efectos secundarios de los progestágenos derivados de la testosterona.

Tal y como explicó Iñaki Lete, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria, cuando una mujer se plantea la anticoncepción con hormonas uno de sus mayores temores —además de los efectos sobre su imagen corporal— es la dificultad para recuperar la fertilidad posteriormente. En su opinión, aunque sí hay hormonas inyectables y gestágenos que la pueden retrasar, ni las píldoras ni otros métodos como el anillo o el parche la comprometen en absoluto más de lo que ya pueda estar comprometida previamente, pues muchas mujeres achacan a la píldora su dificultad para quedarse embarazadas cuando tampoco conocían sus posibilidades antes de tomarla.

Pero el temor a las hormonas sintéticas existe, especialmente en países como España o Italia (con bajos índices de uso), por lo que Lete cree que una anticoncepción con componentes naturales será bien recibida y ayudará a que más mujeres se beneficien de ella. Para Joaquín Calaf, director del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, lo importante es que las mujeres puedan escoger y, tras la evolución experimentada en los tipos de estrógeno, el gestágeno que se añade en este caso establecerá diferencias y matices en relación con el sangrado que se puede presentar en el intervalo o los días de toma, de forma que las usuarias podrán elegir según su situación.

“En anticoncepción hormonal la eficacia se da por descontada pero en cuanto al control del ciclo y los síntomas premenstruales cada método tiene sus defectos y, como la ropa, unos favorecen más a unas mujeres que a otras”, aclaró.

La primera píldora anticonceptiva en cuya elaboración se ha utilizado un estrógeno similar al que producen los ovarios ya ha sido lanzada en Europa por la compañía Bayer HealthCare como alternativa al tradicional estrógeno sintético (etinil-estradiol). En este caso, la combinación de estradiol valerato con el progestágeno sintético Dienogest —fármaco comercializado como Qlaira— demostró en los ensayos una eficacia similar a la de otros anticonceptivos orales modernos pero con ciclos menstruales más ligeros y altas tasas de satisfacción por parte de las 2.600 mujeres que participaron en los estudios.