Gaceta Médica viernes, 15 de mayo de 2015 h
Comienza la cuenta atrás para la cita con las urnas. En estas últimas semanas, desde GACETA MÉDICA hemos tenido la oportunidad de conocer de cerca las propuestas electorales que en materia sanitaria se plantean en los programas autonómicos, antesala de la cita para las generales.
El denominador común es el mantenimiento o recuperación —según se hable con los partidarios o detractores del Real Decreto 16/2012— de los principios básicos que rigen el Sistema Nacional de Salud. Partiendo de esa base, los recién llegados a las encuestas (Ciudadanos y Podemos) apuestan por auditar lo que se está haciendo para detectar posibles bolsas que puedan servir para redireccionar esos recursos a otras áreas. En función de esto se condicionan las fórmulas de copago a establecer dentro del sistema. Unas fórmulas que, sin embargo, el PP tiene claras, continuando con lo establecido en el decreto de 2012 y el PSOE también, ya que borraría del mapa los tramos establecidos por éste. Más allá de esto, mucho sentarse a hablar y ver cómo evoluciona la economía para poder dar cifras concretas de qué sería lo suficiente para blindar la sanidad.
Si las encuestas se cumplen, no se esperan mayorías absolutas, sino más bien gobiernos en minoría con pactos puntuales. Las verdaderas cábalas llegarán, por tanto, tras los recuentos. La experiencia en Andalucía ha sido un tubo de ensayo que demuestra que los apoyos o pactos entre partidos no estarán sólo condicionados por los votos que podrían sumar o restar esas supuestas alianzas en las generales , sino que lo que suceda en los ayuntamientos a la hora de gobernar supeditará también el soporte en las presidencias autonómicas. Las formaciones harán sus cálculos de “ahora te quiero como amigo, ahora no”, pero es necesario que por delante vaya un ejercicio de responsabilidad para que la parálisis no se extienda en el tiempo —más de lo que ya de por sí implican unos comicios—, porque ni pacientes, ni profesionales, ni industria, ni el SNS están para perderlo.