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El pasado viernes, el programa Toma Medicina! recibió en plató a Javier Ariño, responsable de la Unidad del Dolor del Hospital Clínico San Carlos, quien explicó que el dolor crónico constituye una enfermedad en sí misma y que normalmente suele quedar como residuo de haber padecido otra enfermedad o un traumatismo. “El dolor constituye la causa más frecuente de cita con el médico”, afirmó Ariño. Actualmente, a nivel mundial, alrededor de diez millones de personas fallecen sin recibir un tratamiento adecuado que les ayude a paliar el dolor. “En España la prevalencia alcanza un 12 por ciento”, argumentó el especialista. Medir el dolor es difícil puesto que se trata de algo subjetivo. Aún así, el experto quiso dejar claro que hay una serie de pasos a seguir para cuantificarlo. “Se empieza preguntando antecedentes personales para después hacer un examen físico y otro psicológico y terminar preguntando cuándo apareció y con qué intensidad le afecta”. Además, los facultativos cuentan con una herramienta que es una especie de medidor en el cual el paciente indica el nivel. “Con esta herramienta nosotros podemos saber si el tratamiento que utilizamos está funcionando o no”, aseguró Ariño.
El tratamiento del dolor puede variar. “Se puede tratar la causa del dolor o también tratar el dolor directamente con fármacos o con otras técnicas no farmacológicas como las infiltraciones o la termoterapia”, aseveró el especialista. Aunque han demostrado su eficacia, solo un 20 por ciento de los casos se tratan con opiáceos, unos medicamentos que siempre han estado en el punto de mira. “Hay médicos que los utilizan más que otros debido a sus efectos secundarios”, afirmó añadiendo que eliminar esos efectos es un reto de futuro en la investigación de terapias contra dolor.
Unidades del dolor
Solo el 8 por ciento de las personas que sufren dolor crónico en España son atendidas por profesionales formados en esta área, algo que tiene que ver con la desigualdad que existe entre autonomías en número de unidades del dolor, un hecho que el doctor aprovechó para poner en relieve. “Existen 140 unidades del dolor en nuestro país, pero, aunque el número es suficiente, éstas están mal distribuidas y no todas son multidisciplinarias”, denunció. Normalmente estas unidades dependen de otros servicios y los pacientes suelen llegar a ellas cuando se encuentran en el último escalón de severidad, como es el caso de la fibromialgia.