| viernes, 06 de septiembre de 2013 h |

Novartis ha celebrado un año más el Día de la Solidaridad, una jornada que realizamos conjuntamente todas las divisiones del Grupo para conmemorar la fundación de nuestra Compañía. Este año, 16.500 empleados de 54 países han participado en actividades de voluntariado en beneficio de las personas más necesitadas de sus comunidades locales.

El Día de la Solidaridad es una iniciativa que goza de una excelente acogida por parte de los colaboradores de Novartis, que ven en ella una oportunidad de ayudar a quienes más lo necesitan en su entorno más próximo. Los empleados pueden escoger qué actividad de voluntariado desean realizar de acuerdo a diversas necesidades locales, en el ámbito sanitario, medioambiental o social. En España, alrededor de 260 colaboradores del Grupo de todas las Divisiones participaron en las distintas actividades organizadas en Barcelona y Madrid.

Un grupo de colaboradores destinó la jornada a ayudar a la Fundació Viver de Bell-lloc, dedicada a la integración de personas con capacidades intelectuales diferentes en el mundo laboral agricultor, mientras que otro grupo optó por participar en las actividades organizadas por la Fundació Arrels, enfocados en la recuperación integral de las personas en situación de exclusión social, sobre todo personas sin hogar.

La donación de sangre en las oficinas centrales de Novartis es también un clásico del Día de la Solidaridad y como en ediciones anteriores se realizó en colaboración con el “Banc de Sang i Teixits”, en las sedes de Cataluña, y en colaboración con Cruz Roja, en la sede de Madrid.

El voluntariado corporativo forma parte de los programas de responsabilidad social de Novartis, que quiere con ello establecer un diálogo con sus interlocutores sociales, tanto para plantear cuestiones acerca de las necesidades de la sociedad como para establecer conjuntamente propuestas de futuro.

Entre estos interlocutores se encuentran los propios empleados que se convierten así, no solamente en receptores de una parte de la acción social de la empresa, sino también en actores de algunas de estas acciones. El objetivo ya no es sólo llevar a cabo medidas de cooperación, sino implicar también al empleado, de manera solidaria y altruista, como embajador del compromiso de RSE de la compañía.