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El funcionamiento de Sigre, basado en la participación y corresponsabilidad de todos los agentes del sector farmacéutico, está siendo el modelo de referencia en América Latina para la implantación de los nuevos sistemas de gestión encargados del tratamiento medioambiental de los residuos de envases y medicamentos procedentes de los domicilios particulares.
Este destacado posicionamiento de nuestro país se ha puesto de manifiesto, recientemente, con la firma de la Declaración de Cartagena de Indias sobre Programas Posconsumo de Medicamentos Vencidos, que la compañía ha suscrito conjuntamente con la Corporación Punto Azul, de Colombia, y con Singrem A.C., de México; entidades impulsadas por la industria farmacéutica, como en el caso español.
La actitud, el trabajo desarrollado y la experiencia acumulada en esta materia durante años por los agentes del sector farmacéutico en nuestro país, se han visto recogidos en los dos principios en los que se inspira la Declaración de Cartagena y que son la razón fundamental por lo que se ponen en marcha estos Programas Posconsumo: contribuir al cuidado y conservación del medio ambiente y fomentar la protección de la salud pública.
Tomando como punto de partida el modelo español y las peculiaridades de los patrones de implantación en Colombia y México, el intercambio de experiencias permitirá identificar las mejores prácticas medioambientales para la gestión de estos residuos; compartir las ventajas e inconvenientes de las diferentes fórmulas que se aplican en su recogida, transporte y tratamiento final; fomentar la cooperación y buscar sinergias entre programas.
Las tres entidades firmantes manifiestan en este documento su intención de continuar avanzando conjuntamente mediante la creación de una Red Iberoamericana que sirva de nexo de unión y puente de intercambio entre Europa y América Latina, coordine y lidere las actuaciones en este campo e impulse la implantación del modelo Sigre en otros países.
Con esta declaración, el sector farmacéutico español avanza en su compromiso de ofrecer a la sociedad un alto estándar de calidad, que sea aplicable en todos los países de América Latina en los que progresivamente se vayan implantando estos programas y que cuente con las mismas garantías de servicio, innovación y eficacia contrastada de los ya existentes.
Gracias a estos valores, a la colaboración entre países y al entendimiento entre laboratorios farmacéuticos, farmacias y empresas de distribución del sector en torno a este proyecto común, se favorecerá la concienciación de la sociedad y se aumentará la cooperación de los organismos e instituciones sanitarias y medioambientales para, entre todos, cuidar del medio ambiente y de la salud de los ciudadanos.
El hecho de que Sigre haya servido de inspiración y se convierta en un nexo de unión entre Europa y América Latina es un estímulo más para seguir desarrollando nuevas iniciativas basadas en la responsabilidad social del sector farmacéutico.
Las tres entidades firmantes manifiestan su intención de continuar avanzando conjuntamente mediante la creación
de una Red Iberoamericana