| miércoles, 19 de diciembre de 2012 h |

Científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, impulsado de manera conjunta por la Obra Social La Caixa y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, han dentificado la proteína Siglec-1 como la responsable de la entrada del VIH en las células dendríticas que, posteriormente, transmitirán el virus a los linfocitos T CD4, verdadero objetivo del VIH. Este descubrimiento coloca a Siglec-1 como una potencial diana terapéutica y concluye una serie de investigaciones publicadas en la revista Plos Biology y lideradas por Javier Martínez-Picado, profesor de investigación Icrea de IrsiCaixa, y Nuria Izquierdo-Useros, investigadora de IrsiCaixa, en colaboración con un grupo de investigación de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, y otro de la Universidad de Laussane, en Suiza. Fruto de estas investigaciones, este equipo de científicos ya identificó el pasado mes de mayo un gangliósido que se encuentra en la superficie del VIH y que es el responsable de que éste puede entrar en las células dendríticas. Ahora, este nuevo estudio ha logrado averiguar qué molécula de las células dendríticas es la que permite al VIH penetrar en ellas. “Teníamos la llave y ahora hemos encontrado la cerradura, el enigma está resuelto”, asegura martínez-Picado.

Para identificar qué molécula de la superficie de las células dendríticas era la responsable de capturar el VIH (la cerradura), estos investigadores se centraron en el estudio de una familia de proteínas presentes en la superficie de estas células y susceptibles de unirse a los gangliósidos (Siglecs) e hicieron pruebas in vitro mezclando diferentes cantidades de virus y de estas proteínas. Gracias a este experimento, los investigadores pudieron concluir que, a medida que aumentaba la cantidad de Siglec-1 en la superficie de las células dendríticas, éstas incrementaban la captación del VIH y, en consecuencia, un mayor número de lifocitos T CD4 infectados. Además, al inhibir estas proteínas (acoplándolas a anticuerpos y bloqueando la expresión del gen correspondiente), este equipo de científicos comprobó que las células dendríticas perdían su capacidad para capturar el VIH y transmitirlo a los linfocitos T CD4.

Hasta el momento, todos los fármacos disponibles en el mercado actúan bloqueando el ciclo que sigue el VIH para infectar a los linfocitos T CD4, consiguiendo cronificar la enfermedad sin curarla, ya que no eliminan el virus del organismo. Al no actuar sobre las células dendríticas, el VIH penetra en ellas y la mayoría se acumula intacto en su interior por lo que, al activar estas células la respuesta inmunitaria, el vitrus pasa a los linfocitis T CD$ igualmente, propagándose la infección. El descubrimiento de esta nueva molécula abre por tanto la puerta a una nueva generación de fármacos contra el VIH.