neurología/ España coordinará un estudio sobre el papel de la infección en ictus

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g. calleja Barcelona | viernes, 11 de mayo de 2012 h |

La prevalencia del ictus en la población española, que cada vez afecta a personas más jóvenes (un 15 por ciento del total se dan en menores de 45 años) hace que los profesionales concentren muchos esfuerzos en prevención y atención precoz.

Ahora bien, se hace patente la “gran inequidad que existe hoy en día en el manejo del ictus, dependiendo de la zona de España en la que se habite”, comentó José Álvarez Sabín, jefe de Servicio de Neurología y Director de la Unidad Neurovascular del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, durante la Conferencia sobre el ictus y la fibrilación auricular que tuvo lugar en esta ciudad, enmarcada en un Ciclo organizado por el Observatorio del Ictus y Boehringer Ingelheim.

“Hay evidencias claras de que la probabilidad de recuperación es mucho mayor en una persona atendida precozmente en una unidad de ictus, pero hay zonas como Madrid o gran parte de Cataluña con un nivel aceptable de estas unidades, y otras en las que son nulas, como La Rioja, o mínimas, como en Andalucía”, puntualizó el neurólogo.

Y no sólo eso. Tampoco se maneja de forma correcta todo el conocimiento existente ni las medidas para prevenir el ictus, que en España afecta a unas 130.000 personas cada año, de las que 80.000 fallecen o quedan discapacitadas. “Si se aplicasen todas las medidas que hoy conocemos, los ictus en diez años disminuirían a la mitad. Pero si seguimos así, se van a incrementar, a pesar de que tenemos medidas eficaces”, subrayó. Así, aunque los enfermos hipertensos cumplan su tratamiento, no todos tienen su presión bien controlada.

En lo referente a los factores de riesgo de la enfermedad, está bien establecido que la fibrilación auricular es una de las causas principales, responsable del 11 por ciento del total de ictus. Según Jordi Bruguera, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Nuestra Señora del Mar, la fibrilación auricular conlleva un riesgo cinco veces mayor de padecer un ictus.

En este caso, se puede prevenir de forma eficaz con la medicación tradicional, acenocumarol, y sobre todo con la apariciónde los nuevos fármacos, como el inhibidor directo de la trombina dabigatrán (Pradaxa, desarrollado por Boehringer Ingelheim), que ofrecen un perfil mucho más seguro, especialmente en la prevención de hemorragias intracerebrales.

Sin embargo, también existen factores no modificables, como la edad y la genética. “Si bien la mayoría de los ictus no son hereditarios, sí existe predisposición. En los últimos años, se intenta identificar determinantes genéticos”, explicó Álvarez Sabin, ya que en la población joven la herencia genética ejerce un papel claro.

Recientemente, un estudio del Hospital del Mar sugería que un 10 por ciento de los ictus podrían tener base infecciosa. Como apuntó Álvarez Sabin, en las personas con predisposición, la inflamación provocada por la infección favorecería que se produjera un trombo en la arteria. Desde España se coordinará un estudio europeo en el que analizarán marcadores de inflamación en los ictus.