Con 17 realidades distintas en cada sistema sanitario las innovaciones en materia de oncología buscan su espacio en el panorama hospitalario. La evidente falta de equidad en el acceso a estos tratamientos generada como consecuencia de las diferencias entre las políticas autonómicas se ha visto agravada en los últimos tiempos. Así se puso de manifiesto durante el II Congreso de Oncología Médica y Farmacia Oncológica, auspiciado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).
Ante este panorama, la SEOM ha planteado un nuevo proyecto sobre el acceso a los fármacos que analiza la trazabilidad, los tiempos de aprobación de las diferentes entidades reguladoras (EMA, ministerio y comunidades autónomas), así como la variabilidad de las autonomías, los hospitales y las subespecialidades. Un proyecto que la Alianza General de Pacientes (AGP) en su apuesta por la lucha contra las inequidades mira con buenos ojos. “Un paso más para que pacientes, profesionales y sociedades científicas trabajemos conjuntamente para encontrar la equidad”, valoró Alejandro Toledo, presidente de la AGP, en declaraciones a GM.
Costes en oncología
Por otra parte, según el ‘informe sobre el coste del abordaje del cáncer en España’, en 2013 éste fue de 4.820 millones de euros, representando el 4,8 por ciento del gasto sanitario total. Así, el coste de fármacos oncológicos fue un 40 por ciento inferior al de enfermedades neurológicas, mentales y cardiovasculares. Para Juan Antonio Virizuela Echaburu, de la junta directiva de SEOM, todos estos datos indican que hay que valorar el impacto que la incorporación de nuevos fármacos pueden producir en los sistemas e intervenir, de manera que las políticas de financiación de medicamentos se prioricen y controlen. En el momento actual hay restricciones por parte de algunas comunidades autónomas en el contexto de medidas orientadas al control del gasto, consecuencia de ello es que “los problemas en la prescripción de fármacos innovadores se han agudizado”, precisó al tiempo que explicó que al menos existe un fármaco de cada diez que no puede ser prescrito pese a ser aprobado en España. Virizuela insistió en que la ausencia de liderazgo por parte del ministerio para garantizar la equidad es otro de los impedimentos. A su juicio, los oncólogos tienen un “papel clave en el control del coste del tratamiento del cáncer y por ello deben formar parte activa de las decisiones y esfuerzos orientados a su control”. Con todo, incidió en que para conseguir la equidad hay que reducir redundancias e “innecesarias cargas administrativas y burocráticas”.
¿Panorama hostil?
A pesar de esta situación, para Mercedes Martínez Vallejo, subdirectora general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios del ministerio de Sanidad, no estamos ante un universo hostil. La responsable del ministerio adelantó que para este año se han autorizado entre seis y siete principios activos y se prevé que en diciembre se introduzca otro más, “lo que supone el 90 por ciento de la financiación”, precisó. Es decir, de diez sólo se deja de financiar uno, y se debe a la falta de evidencia científica y otras cuestiones que ponen en cuarentena la calidad de la innovación. “El interés de la administración es proporcionar una prestación farmacéutica de calidad y al menor coste posible”, señaló Martínez. A su juicio, aunque el acceso a la financiación es elevado y rápido, “no por ello es inmediato”. De esta manera, reconoció que el ministerio es consciente de que existe una fragmentación y es preciso alinear posturas entre los agentes que intervienen en la aprobación de un fármaco, tanto a nivel nacional, autonómico y en el ámbito hospitalario. Para ello, es necesario analizar el coste-efectividad y monitorizar resultados e ir más allá en los análisis de impacto presupuestario. A pesar de que las demoras se producen por la falta de acuerdo en el precio, las diferencias entre medicamentos están alcanzando una media del 14 por ciento entre el precio solicitado y autorizado. “Las negociaciones a veces tardan porque los resultados no están justificados con el precio y el coste que solicita el laboratorio”, precisó Martínez.
Luces y sombras
Otro de los asuntos que salió a colación durante el congreso fue la necesidad de monitorizar, evaluar y publicar los datos en beneficio de la equidad. En este punto, el presidente de la SEFH, José Luis Poveda, ironizó sobre la imposibilidad de acceder a los informes de la SEOM sin ser socio de la misma, lo que no ayuda en este sentido, ya que conocer los datos es necesario para implementar medidas e identificar los casos de inequidad.
Por otro lado, el debate sobre la utilidad de los informes de posicionamiento terapéutico salió a relucir, ya que en ocasiones resultan limitativos en el acceso a innovaciones. “Cada autonomía tiene un proceso diferente para evaluar el acceso a una terapia, sin embargo, no siempre se aprueba según las recomendaciones del IPT, aunque las comunidades autónomas hayan sido parte en esta evaluación”, indicó Poveda. De esta manera, el liderazgo de los informes tiene que justificarse con calidad técnica, que permita definir las condiciones de uso y apoyar la toma de decisiones. Un panorama que “no es hostil, sino que apabulla”, destacó Poveda. Por ello, advirtió de que es el momento de establecer condiciones de priorización que permitan conocer la evidencia disponible en el mecanismo de revisión de las decisiones, con cuerpo normativo para llevar a la práctica.
Con todo, los datos que se pusieron sobre la mesa son suficientes para confirmar que existen diferencias en el acceso, lo que está agravando la variabilidad en la toma de decisiones y falta optimización de tiempos y recursos.
INDICADORES
DE CALIDAD
coste-efectividad
monitorizar resultados
Ipts vinculantes
alineamiento reguladores
financiación
finalista
“El flujo de recursos del sistema no está acompasado con la llegada de innovaciones, sino con la evolución de la economía”, destacó el director de Goverment Affairs de Roche Farma, Federico Plaza. A su juicio, parece que volverán a entrar recursos adicionales al sistema y hay que estar alerta para que cada comunidad autónoma limite las inequidades en el acceso a medicamentos. “Es necesario nivelar la innovación y la sostenibilidad, por tanto, financiar”, advirtió. Plaza reiteró que las diferencias no están justificadas y precisó que el sistema sanitario tiene que utilizar los datos que tiene y pasar a mayores resultados en salud. “Falta unificar criterios, estandarizar, medir resultados y comparar el uso de medicamentos para analizar su eficacia”.