FORO/ Recalca que, tal y como se han planteado, repercutirán en la calidad y en el desempeño de los profesionales

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Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 02 de noviembre de 2012 h |

Pese al discurso político, que insiste en recalcar que los ajustes no tendrán repercusión en la atención sanitaria, el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, insiste en llamar a las cosas por su nombre. “Los recortes sí afectarán a la calidad asistencial y al desempeño de los profesionales, y por ello, también al déficit fiscal reiterado, que acaba siendo déficit social”.

Con estas palabras, Rodríguez Sendín ha alertado de la necesidad de poner sentido común en “medidas y recortes que pueden ser necesarios, pero que deben ser bien aplicados, no pueden ser indiscriminados e ilimitados”, según ha manifestado durante una conferencia en el Foro Nueva Sociedad en la que estuvo arropado por una nutrida representación del sector sanitario.

El presidente de la OMC advirtió que las políticas de ajuste “indiscriminadas” son un alivio inmediato a Hacienda, pero una pobre solución a largo plazo porque no actúan sobre los factores de crecimiento del gasto, sino que penalizan a los centros y a los profesionales más eficientes, y especialmente “cuando se hacen como se están haciendo, deterioran la colaboración con los clínicos”, aseguró.

Rodríguez Sendín se lamentó de que en los balances sanitarios solo cuente en el corto plazo gastos e ingresos. Un planteamiento “insuficiente, porque no cuenta con la pérdida de confianza ni con la retroalimentación que se produce sobre la motivación de los profesionales”, cuando se habla de “bajadas medias de salarios del 25-30 por ciento, contratos mensuales a tiempo parcial, por días, e incluso horas, pero también de trato, de malas formas”.

También reprochó la falta de atención que han prestado a la OMC fuerzas políticas o sociales en la negociación de la carrera profesional, o en su reclamación de cambios en el modelo retributivo, y aseguró que ninguna de las reformas que precisa el sistema sanitario para eliminar unas ineficiencias “que no se puede permitir” se pueden realizar sin un nuevo modelo que relacione incentivos individuales con resultados y eficacia. Por ello, reclamó herramientas que permitan poner en marcha un verdadero sistema de planificación y cuestionó que pueda hablarse de productividad o eficiencia cuando se han adoptado decisiones prescindiendo de datos tan elementales como el número de médicos en nuestro país.

En una llamada al profesionalismo, pese a la complejidad de que los facultativos puedan encontrar una motivación intrínseca por el trato recibido, Rodríguez Sendín lanzó un último mensaje a los médicos: “como responsables de gestionar la salud, debemos hacerlo desde la racionalidad y la corresponsabilidad para mantener la sostenibilidad del SNS, retirando pruebas y tratamientos innecesarios”, pero subrayó que también deben “ofrecer una respuesta intelectual activa para que los ciudadanos sepan lo que está ocurriendo por el propio médico, pero también hay que conseguir que no teman a la crisis cuando acudan a la consulta”.