El 19 de mayo se celebra el Día Mundial de la Medicina de Familia (MF), una jornada que la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) ha querido aprovechar para denunciar la precariedad con la que actualmente trabajan los profesionales del primer nivel asistencial. La AP, critica el presidente de Semfyc, Josep Basora, asume mucho trabajo, pero en gran parte en unas condiciones “deplorables”. Los contratos de un día, e incluso por horas, así como los contratos continuados con renovaciones mensuales o semestrales son prácticas que se llevan a cabo desde hace años y que constituyen un fraude legal.
La pérdida de calidad en la atención a la población, tanto objetiva como percibida por el propio paciente, el deterioro profesional o burnout y la progresiva desaparición de competencias, el incremento de la emigración de profesionales formados en España, y el abandono de la especialidad de MFyC son algunos de los efectos de esta precariedad laboral. La insatisfacción profesional junto a la baja remuneración son factores que explican que muchos de los médicos de familia busquen trabajo en otros países. “Debemos recordar que la formación de los médicos es muy cara y formarlos para que emigren a otro país es un gasto socialmente inaceptable”, añade Basora.
Todo ello se traduce en un incremento sustancial de gastos, ya que la “mala calidad” tiene un coste y además esto se traduce en un futuro incierto, ya que si no se consigue revertir esta situación ni siquiera habrá posibilidad de ir sustituyendo a los profesionales a partir de los próximos cinco años, según Semfyc.