Tras años de experiencia avalada en la práctica clínica de los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD), la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) publicó una actualización del Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT). Hace unos meses la agencia solicitó las alegaciones de las sociedades científicas al texto. Sin embargo, la sorpresa fue cuando la mayor parte de las peticiones no fueron recogidas en el documento, como ya adelantó GM (ver nº 586).
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) recogió siete medidas concretas, basadas en la evidencia científica “tras una exhaustiva revisión de la literatura”, referentes a la utilización de los anticoagulantes en la práctica clínica, con el objetivo de optimizar el tratamiento de los pacientes y poder ofrecerles las mejores opciones terapéuticas.
Así, los cardiólogos solicitan la supresión de barreras administrativas no justificadas —como el visado o la inequidad en la prescripción de los anticoagulantes— y la aplicación de las herramientas de diagnóstico y manejo derivadas de la evidencia científica, con el fin de que los médicos puedan prescribir los fármacos más adecuados para cada paciente.
En este contexto, desde la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (Semes) se suman a la petición de la SEC en la modificación del IPT para el uso de los ACOD en la Fibrilación Auricular No Valvular. Así, Alfonso Martín Martínez, coordinador del Grupo Arritmias Cardiacas de Semes, asegura que “es imprescindible que los profesionales de los servicios de urgencias, dispongan de la posibilidad de prescribir los ACOD, dada la elevada frecuentación de pacientes con fibrilación auricular y su alto riesgo de desarrollar ictus, de acuerdo al documento elaborado por la SEC, para iniciar una profilaxis precoz que evite las consecuencias que tienen los ictus cardioembólicos tanto en los pacientes, como en las familias, la sociedad y el sistema sanitario”.