Colaboración/ Aunque han existido intentos en otras CC.AA., la experiencia sólo se ha repetido en esta región
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Ambas sociedades son representadas por igual en el comité organizador y científico y alternan las presidencias
Sus portavoces, José Manuel Comas y Natalia Vallés, creen que es difícil que se extrapole al ámbito nacional
Esther Martín del Campo
Madrid
“Fundamentalmente, se resuelve todo con buena voluntad”. Ésa es la receta de Natalia Vallés, miembro de Scamfyc, la sociedad castellano-manchega de Semfyc, y presidenta del Comité Organizador del XI Congreso de Atención Primaria de Castilla-La Mancha, para conseguir que por 11 años consecutivos la sociedad científica a la que representa y la sociedad regional de Semergen realicen de manera conjunta sus congresos. Una realidad imposible de extrapolar hasta la fecha a otras comunidades autónomas, donde han existido varios intentos sin continuidad en el tiempo, y mucho menos al ámbito nacional, donde cuesta que los presidentes de ambas sociedades científicas alcancen puntos en común.
La satisfacción por este grado entendimiento llega hasta la propia consejería de Salud. De hecho, el propio titular, Fernando Lamata, acudió a la inauguración oficial el pasado viernes, aunque las sesiones se extendieron del jueves al sábado. Para él, según explica la presidenta del comité organizador, constituye un punto fuerte para la comunidad autónoma.
En opinión de José Manuel Comas, presidente de Semergen Castilla-La Mancha, la asociación que este año ocupa la presidencia del Comité Científico del congreso, el objetivo es buscar una sinergia de esfuerzos en el trabajo y los recursos, realizando una distribución equitativa de la participación.
Hasta el punto de que cada año se alterna entre las sociedades la presidencia del Comité Organizador y del Comité Científico que, además, están integrados por un número de miembros paritario de ambas. “Hay un representante en el comité científico por cada provincia tanto de Scamfyc como de Semergen, y lo mismo en el comité organizador, con cinco miembros de cada una de las asociaciones y, como novedad este año, un representante de los residentes de medicina de familia”, explica Vallés.
Conocimiento personal
Partiendo de esta paridad, ambas se esfuerzan por sacar adelante la actividad cada año. Para conseguirlo, José Manuel Comas cree que el conocimiento personal y la sintonía es un factor importante, pero hay algo de mayor trascendencia aún: el respeto a todas las opiniones.
Algo en lo que se muestra de acuerdo Vallés, que admite diferencias entre ambas sociedades científicas, al igual que el presidente de Semergen Castilla-La Mancha, que asegura que el resto del año caminan de manera independiente. Eso sí, a la hora de organizar el congreso, Vallés insiste en que se intentan “aparcar esas diferencias” y ver qué cosas les unen. “Todos los que trabajamos en AP estamos sufriendo problemas similares en cuanto a carga de trabajo, presión burocrática, etc., y tenemos intereses formativos muy similares, porque vemos a los mismos pacientes”, asegura.
La unión de ambas sociedades en este evento permite realizar un congreso más potente a todos los niveles, tanto en el número de asistentes, que este año superó los 200, como en el de trabajos científicos presentados, alrededor de 90, de los que se seleccionaron medio centenar.
Sin embargo, los dos portavoces son conscientes de las dificultades de que algo así sea factible a escala nacional. “Entran otro tipo de temas —advierte Vallés—, aquí hemos primado que era beneficioso para ambas sociedades”. “Es distinto”, coincide Comas, que recalca que cada comunidad tiene su propia idiosincrasia: “Las regiones son distintas y las personas también lo son”.
Novedades de este año
La undécima edición del congreso ha llevado por título “AP, cuestión de confianza”. Vallés destaca el nivel científico general y, en particular, el de algunas mesas, como la de cáncer en atención primaria, que abordó el antes, el durante y el después de la enfermedad, o las de aparato respiratorio. Los talleres de manejo de inhaladores y sobre los efectos secundarios de quimio y radioterapia se integraron en la oferta formativa que recibieron, a la vez, médicos de Scamfyc y Semergen.
