Identificar los diferentes fenotipos para predecir qué pacientes son susceptibles de tratamientos secuenciales y cuáles deben mantener terapia continua. Es uno de los retos incipientes en el manejo de la psoriasis, ya que en la actualidad, si bien se ha dado un salto cualitativo en la eficacia de los tratamientos, no se puede distinguir qué pacientes tienen enfermedad oscilante de los que no, según se puso de manifiesto durante el Specialty Dermatology Meeting “Skin lo live in”, un encuentro internacional sobre dermatología organizado por Novartis que dio cita en Barcelona a alrededor de 500 especialistas de todo el mundo.
Este objetivo de ajustar la medicación a largo plazo, como destacaba José Luis Sánchez-Carazo, médico adjunto del Sevicio de Dermatología del Consorcio Hospital General de Valencia, forma parte del principio de una “nueva era” en psoriasis, marcada por la llegada de tratamientos dirigidos a dianas muy específicas y por tanto con menos efectos secundarios.
Entre ellos, los inhibidores de la interleuquina 17-A están obteniendo los mejores efectos en la clínica de los pacientes, y por ello se piensa que el bloqueo de esta diana es el más relevante desde el punto de vista patogénico, en comparación con otros bloqueos disponibles hasta el momento, según puntualiza Luis Puig, coordinador científico del encuentro y director del Departamento de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Así, el bloqueo del factor de necrosis tumoral alfa (TNF) actúa a nivel distal pero también proximal, y consigue en los mejores casos unos porcentajes de respuesta del 75 por ciento de mejoría, pero en cuanto a porcentaje de pacientes que alcanza PASI90 o blanqueamiento casi total, son inferiores (ver GM Nº 484). Por su parte, ustekinumab es una molécula inhibidora de la IL 12 y 23, y, como explica Puig, “bloquea uno de los pasos previos a la producción de IL-17, pero también otro que no tiene que ver, y esto podría llevar a un perfil de seguridad diferente”. Si bien se están realizando comparaciones en la actualidad, este experto matiza que, “cuanto más más distalmente se pueda bloquear, mejor”, en términos de mayor seguridad.
También se está estudiando cuál es el papel del bloqueo de la IL-17 en formas pustulosas e incluso en las formas axiales de artritis psoriásicas.
En cuanto a la efectividad de los tratamientos, Puig puntualiza que los objetivos PASI75 o PASI90 son con respecto a estado basal, pero a largo plazo “lo que cuenta es estar blanqueado”.