cecilia ossorio Env. especial a Lyon | viernes, 19 de octubre de 2012 h |

El tratamiento sintomático de la esclerosis múltiple tiene varios retos pendientes, y mejorar los problemas de movilidad es uno de los puntos clave. De momento, fampridina (Fampyra, desarrollado por Biogen Idec) es el único que ha demostrado eficacia sobre este trastorno en estos pacientes. Ya está aprobado por la Agencia Europea del Medicamento y se espera que esté disponible en España a principios de 2013.

Como señaló Alfred Sandrock, director médico y vicepresidente de ciencias y desarrollo de Biogen Idec, la mejora de la marcha es una necesidad no cubierta que para los casos más extremos puede desembocar en la inmovilidad total.

Fampridina ha demostrado que mejora la deambulación en pacientes que presentan discapacidad con una puntuación entre 4,0 y 7,0 en la Escala Ampliada del Estado de Discapacidad (EDSS, en sus siglas en inglés). Durante este congreso, los expertos puntualizaron la importancia de estas terapias no modificadoras de enfermedad, ya que su influencia en la mejora de la calidad de vida del paciente también ejerce un impacto económico coste-eficaz.

Por otro lado, BG-12 (dimetilfumarato) es otro de los fármacos orales en investigación para la esclerosis múltiple (EM) que, actualmente, está en fase de revisión por las autoridades reguladoras de Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Canadá y Suiza. Ralf Gold, jefe del Departamento de Neurología del Hospital St. Josef de la Universidad de Ruhr (Bochum, Alemania), recordó datos publicados en New England Journal of Medicine, que refuerzan la seguridad y tolerabilidad del dimetilfumarato en esclerosis múltiple remitente-recidivante (EMRR), procedentes de los fase III Define y Confirm, que comparan las dos dosis (dos o tres veces al día) de BG-12 con placebo. Así, en Define se concluye que reduce en un 49 por ciento la proporción de pacientes que sufrieron brotes a los dos años. Y en Confirm, ambas dosis de BG-12 redujeron la tasa anualizada de brotes en un 44 y un 51 por ciento, respectivamente.

Otra de las moléculas prometedoras en desarrollo aún temprano es BIIB033, un anticuerpo anti-lingo-1 que en modelos animales con mielitis transversa y líneas celulares está demostrando su capacidad desmielinizante.