CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 19 de junio de 2015 h |

Ha subido y ha bajado todos los niveles de la farmacología clínica. También los Picos de Europa, Sierra Nevada o los Pirineos han sido testigos de sus dotes como alpinista. A sus 55 años asegura que está en un buen nivel para seguir alcanzando cimas, y en lo profesional reconoce orgulloso que ya la ha tocado. Quizá eso le sirva para hacer frente a los retos de la especialidad, aún pendientes de “aguantar con mosquetón”.

Pregunta. La farmacología clínica, ¿sería equiparable a la escalada?

Respuesta. Yo diría que sí. Es bastante perseverante porque es una especialidad muy pequeña, somos pocos y no es conocida. Tenemos que recordarle a la gente que somos útiles. Además, es una especialidad con ciertos riesgos. Y esa sensación de que te pueden venir cosas inesperadas es equiparable a la montaña. Yo creo que en la elección de la farmacología tuvo algo que ver mi personalidad.

P. Hablando de riesgos, ¿a cuáles te enfrentas normalmente?

R. En general, si vas con cuidado y no haces locuras la escalada es un deporte seguro. Puedes tener imprevistos. El año pasado sufrí una caída y me hice una fractura vertebral, pero por descuidar esas normas de actuación. Normalmente no salto en barrancos y un día me dio por saltar…

P. Y como farmacólogo clínico, ¿escalas todas las cimas para que se potencie más su papel?

R. Creo que sí. Por un lado, tienes que escalar la cima de convencer al resto de los médicos que tenemos que colaborar con ellos. Y por otro lado, a los gestores de que somos una especialidad que puede aportar y aporta unos valores fundamentales en cuanto a la evaluación, recertificación, selección, etc. Además, tenemos que alcanzar la cima del paciente y ser capaces de comunicar y hacer actividades relacionadas con ellos.

P. ¿Es inversamente proporcional un mosquetón a un alpinista, que un IPT a un farmacólogo?

R. El IPT lo que aporta es homogeneidad. Es decir, que no haya 10 organismos públicos, 15 hospitales, 5 comisiones haciendo evaluaciones de algo que ya está hecho por la AEMPS. Desde esa perspectiva, lo que puede compararse es la normalización de una actividad que requiere de coordinación, al igual que un montañero.

P. En términos profesionales, ¿crees que la sanidad se está despeñando sin descensor ni mosquetón?

R. Creo que no. Ha habido problemas de financiación y creo que en el fondo la calidad de la asistencia sigue siendo buena, y la sanidad española sigue siendo puntera, todo ello fruto del esfuerzo de los profesionales.

P. ¿Están siendo buenos guías los responsables?

R. Eso depende de dónde. Hay sitios donde los recortes y las reducciones de presupuesto se manejan con criterio y sentido común, intentando evitar aquellas cosas que no producen valor añadido. Y hay otros sitios, donde los responsables hacen recortes sin criterio sin hablar con los profesionales y en cosas que sí producen valor añadido.

P. ¿La farmacovigilancia ha alcanzado la cima en la práctica clínica?

R. No, aunque es una actividad que ha mejorado muchísimo en los últimos años. Ha pasado de ser reactiva, en donde los agentes simplemente esperaban a que apareciera una alerta, a ser una estrategia proactiva, con estudios específicos, con un plan de monitorización de riesgos, etc… En esta línea, la existencia de la ingeniería de datos o big data está evolucionando.

P. En cuanto a la formación, ¿hace falta entrenar más en las facultades?

R. Bastante más, porque es escasa.

P. ¿Hay muchos trepas en Sanidad?

R. Algunos hay, pero no creo que sea un sector especialmente problemático. De todas formas, se nota muchísimo. Todas las actividades sanitarias son una carrera de fondo, y los que quiere ir muy rápido y quemar etapas a gran velocidad al final tienen problemas.

P. ¿Hay un abismo entre profesionales y gestores?

R. Hay quien lo puede percibir así. He tenido las dos facetas y no he visto tal diferencia. Obviamente lo que queremos es que el sistema funcione y desde luego los más interesados en hacer las cosas bien son los gestores y los profesionales. Cuanto más diálogo hay, es evidente que irán mejor las cosas. No creo que haya un alejamiento.

P. ¿Se aproxima la pendiente ascendente en sanidad?

R. Sí. Tenemos un periodo difícil por delante, pero poniendo los seguros necesarios y yendo despacio y hablando entre toda la acordada y acordando, llegaremos a buen fin.

¿Si no fueras farmacólogo? Sería farmacólogo.

¿Has alcanzado tu cima profesional? Creo que sí. Me ha costado pero he visto la especialidad desde todas las perspectivas y aunque siempre hay nuevos retos, de momento yo estoy satisfecho.

¿Un compañero para ascender una montaña? Alguna de las personas que han subido al Everest y se han quedado ayudando a los nepalís en estos momentos complicados.