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La aplicación de las medidas de control supondrá un ahorro para el sistema de 100 millones de euros
Cervera confía en llegar a un decrecimiento del gasto antes de que finalice la legislatura
Toni Martínez
Valencia
La dispensación directa en paciente ambulatorio es la primera medida de ahorro que está desarrollando a pleno rendimiento la Consejería de Sanidad con el objetivo de alcanzar el crecimiento cero en gasto farmacéutico durante este año, lo que supondrá con un ahorro de 100 millones de euros.
Además, desde marzo se está produciendo el control del consumo de productos farmacéuticos de uso frecuente en grupos de pacientes, como por ejemplo las tiras reactivas, pero siguiendo la frecuencia de consumo que marcan las sociedades científicas desde un punto de vista racional, tal y como volvió a incidir el consejero Manuel Cervera la semana pasada en una comparecencia para explicar el plan de control del gasto.
Sin embargo, será en los meses de verano cuando se desarrollará todo el plan. De este modo, aunque se inicio en diciembre de 2009, en julio se producirá el despliegue por departamentos de la revisión de historias farmacoterapéuticas de pacientes crónicos y polimedicados, así como la evaluación de los botiquines caseros, con un ahorro total de 17 millones de euros. Los primeros casos que se revisarán serán los de 83.000 pacientes mayores de 65 años que toman más de cinco medicamentos al día.
Por otro lado, en el ámbito de las residencias sociosanitarias, también se aprobará una nueva normativa de dispensación de productos en residencias, como la utilización de envases clínicos y guías farmacoterapéuticas de prescripción en geriatría, con un ahorro estimado de 13 millones. Asimismo, en el mes de julio se establecerán nuevos precios de referencia para los productos farmacéuticos, con lo que se ahorrarán 10 millones.
Finalmente, habrá que esperar hasta final de año para conocer cómo se va a implantar la autogestión en la red asistencial valenciana. Por el momento el 50 por ciento de los profesionales de atención primaria, unos 1.500 médicos, ya han suscrito el acuerdo para prescribir los medicamentos más económicos mediante un programa automatizado.