J. R-T. Madrid | viernes, 27 de mayo de 2016 h |

Desde hace unos años se ha instalado un debate interminable en torno al Sistema Nacional de Salud: cómo financiar las innovaciones que vienen en un contexto de dificultades económicas. Las ideas han sido muchas y variadas pero el consenso entre todos los actores ha sido una quimera. Sin embargo, tanto el ministerio de Sanidad como la industria —acompañadas de consejerías y asociaciones de pacientes— han suscrito el informe ‘Innovación y sostenibilidad: construyendo la sanidad del siglo XXI’ donde se ha llegado a un punto común: no abandonar la idea de crear un fondo para financiar la innovación.

Esta reserva económica, según se expuso en la reunión que derivó en el informe, “estaría blindada incluso de la situación económica y los compromisos que se adquieran como techo de déficit”. Sin embargo, para acceder a este fondo hay que diferenciar con claridad qué es innovación de lo que no, y para ello también se esbozaron algunos criterios. “El ministerio presentó un proyecto para desarrollar una herramienta con ese objetivo. Se trataría de un sistema de puntuación de diferentes parámetros, orientados a establecer un procedimiento sistemático para la evaluación y el reconocimiento de la innovación”, se afirma en el informe de consenso. Estos indicadores incluyen aspectos sobre el valor terapéutico de la innovación, mejora de la seguridad del paciente y repercusión en recursos sanitarios, entre otros aspectos.

Fórmula de pago

Por último, para acceder a este fondo de financiación llegaría la fórmula de pago. Una de las herramientas defendidas es el pago por resultados, que cohabitaría con otros modelos como el techo de gasto o el pago por volumen de compra. “Necesitamos basarnos en un modelo cooperativo. Nosotros vamos a desarrollar el ‘radar de la innovación’ para adelantarnos y tener un plan estratégico que responda a la innovación que viene. En este modelo la fórmula de pago común será el pago por resultado”, afirmó el gerente de Farmacia del Catsalut, Antoni Gilabert, durante la presentación del informe. Pero este modelo no será una panacea que resuelva todo. “Solo podrá ser aplicable a medicamentos que puedan ser objetivables”, recordó el director general de Celgene, Jordi Martí.