| lunes, 22 de noviembre de 2010 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Llegó el doctor Juan José Rodríguez Sendín, presidente de los médicos y dijo “quiero hablarles del compromiso social de los colegios de médicos en un momento de crisis. Me propongo analizar las siguientes cuestiones, por este orden de prioridad: El compromiso con el ciudadano, el compromiso con el sistema sanitario y el compromiso con los profesionales de la Medicina”.

El modelo asistencial basado en el paciente basado en el paciente agudo precisa ser reorientado para atender a un enfermo crónico, anciano, pluripatológico, poli medicado, frágil y, en muchas ocasiones, dependiente. Esa concepción asistencial además de no responder a la realidad, es un modelo que provoca errores y riesgos evitables.

El 13 por ciento de los pacientes que reciben alta reingresan de nuevo por complicaciones de las cuales el 75 por ciento serian evitable con un cambio en la concepción de la atención al enfermo, con una respuesta integrada y coordinada a sus necesidades. Se está produciendo una fragmentación, un peligro por falta de coordinación de los profesionales que actúan sobre el paciente.

Sendín se preguntó ¿por qué la necesidad de colegiación universal del médico?

Decía hace unos días Vicent Thomas, consejero balear: “No podemos olvidar que los Colegios de Médicos, la OMC, las Consejerías de Sanidad caminan por la misma vía de salud y tenemos objetivos comunes como una Atención Médica de calidad y respetuosa con los pacientes así como garantizar el derecho a una asistencia efectiva y eficiente “. Desde nuestra Institución Colegial compartimos plenamente esta visión y misión que define nuestras credenciales deontológicas y sociales ante el sistema sanitario y la propia sociedad.

Es cierto que frente a tanto compromiso aseguró Sendín la sociedad nos ofrece su “Reconocimiento social” su estima, y naturalmente nos sentimos honrados y lo agradecemos; es más, nos estimula. Pero hay sectores que nos discuten la autonomía profesional al tildarla de privilegio. La autonomía profesional tanto docente como organizativa o directiva, y aún más concretamente regulación o incluso la co-regulación o regulación compartida no pueden entenderse como privilegio.

La profesión médica se ha convertido en una de las más reguladas en todo el mundo precisamente para proteger a los ciudadanos frente a los eventuales casos de abuso o incompetencia de los médicos, y, paradójicamente, para facilitar el ejercicio profesional en libertad y en condiciones adecuadas.

La garantía para mantener ese compromiso y los mencionados desde una profesión independiente del poder político y económico es la colegiación universal para todos los que ejercemos de Médicos. Aunque eso sí, que nadie piense que con ella cambiaremos la condición humana de los colegiados, sentenció en el Club Siglo XXI, el doctor Juan José Rodríguez Sendín.

Días antes estuve en la “Academia Médico-Quirúrgica Española” y allí escuché esto otro: “podríamos convenir que tenemos en España una de las Sanidades Públicas de más calidad y cobertura asistencial de toda la Comunidad Europea. Sin embargo tenemos los profesionales peor remunerados de la misma, con un salario que ronda el 50 por ciento de nuestros colegas comunitarios”. Con estas palabras quiso el profesor Luis Ortiz Quintana no pasar por alto una de sus preocupaciones como Presidente de la Academia Médico-Quirúrgica en la inauguración del Curso Académico 2010-2011.

Hasta la fecha esta circunstancia ha contribuido de forma evidente a que el sistema haya sido mínimamente sostenible, hecho que lamentablemente no hemos escuchado en ningún foro de debate político sobre la sostenibilidad del sistema sanitario, tan en boga últimamente dijo el doctor Ortiz Quintana.

A comienzos de los años 80 el número de estudiantes que se graduaban en nuestro país era de 10.500 por año, mientras que las plazas de MIR convocadas eran de media 1.730. El número de médicos que no accedían al título de especialista alcanzó la cifra de 50.000 en el año 1986.

Este enorme error de planificación generó el problema de los mestos (médicos especialistas sin título oficial).

El doctor Ortiz Quintana sentenció al matizar que el período 2002-2008 el PIB creció un 49.3% lo que originó un crecimiento “indoloro” del sector público el gran beneficiado, y dentro de él, del sector hospitalario que incrementó sus costes un 82.2%, casi el doble que el mencionado PIB.

Finalmente dijo el doctor Ortiz Quintana que superado a través de un largo y complicado proceso el problema de los mestos, el desequilibrio mencionado entre graduados en medicina, plazas MIR y médicos especialistas empleados en el sistema sanitario, ha dado lugar a que en España trabajen más de 10.000 médicos extracomunitarios cuyos títulos de especialista no están homologados como requisito previo a su contratación. Es lo que hay y así lo he querido contar.