Jornada/ Los directivos analizan esta nueva fórmula como respuesta a la crisis

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E.M.C. Madrid | viernes, 18 de noviembre de 2011 h |

Desde el punto de vista de la gestión sanitaria, el avance de los contratos de riesgo compartido en los hospitales españoles supone un cambio de paradigma imprescindible para afrontar la situación económica actual, ya que sitúan en el mismo bando a proveedores, clínicos y gestores. Así lo cree Xavier Corbella, gerente del Hospital de Bellvitge y gerente territorial del Área Metropolitana Sur del Instituto Catalán de la Salud, que ha coordinado recientemente el 7º Workshop en Gestión Sanitaria para directivos de la Salud patrocinado por la compañía Novartis y celebrado en Madrid.

Corbella asegura que el futuro del sistema pasa por una atención sanitaria compartida en servicios, costes y resultados que supone, entre otros puntos, la implantación de este tipo de acuerdos. Hasta ahora el directivo se planteaba la incorporación de un fármaco porque estuviera aprobado por las instituciones, y a partir de ahí se seguía el criterio del facultativo, explica el gerente, pero no se medía si los nuevos medicamentos proporcionaban en la práctica los resultados que acreditaban las compañías. “Lo que se propone es una medida para compartir el coste y el riesgo, que resulta difícil a medio y largo plazo, pero que plantea cómo afrontar con el proveedor qué parte que asume cada cual”, advierte el directivo. “Es complejo, porque intervienen múltiples factores, pero hay compañías que están dispuestas a actuar de esta forma, porque entienden que para ellos también es beneficioso”, añade. “Este tipo de acuerdos suponen la apertura de una ventana de trabajo codo con codo que puede ser muy provechosa y garantizar que el dinero que tengamos proporcione resultados más eficientes que hasta ahora”, puntualiza.

La situación económica ha obligado a los gerentes a prestar más atención a los criterios de coste-efectividad. Sobre este punto, Corbella matiza que el directivo no es el líder clínico, “son ellos quienes deciden teniendo en cuenta todas las variables”, aclara, pero cree que la crisis económica ha aumentado la conciencia colectiva sobre la eficiencia de los recursos. “El jefe de servicio se preocupa por si puede o no mantener su plantilla e incorporar un nuevo tratamiento, estamos contando con ellos y le pedimos que la dirección también reciba a los proveedores, ya que tenemos algo que decir”, apunta.

En este sentido, Corbella justifica la presencia de los gestores en este tipo de negociaciones sobre la base de que el directivo es capaz de ver una capacidad de alianza con las compañías distinta a la que ve el médico, que controla su área pero carece de una visión más global. “El directivo puede negociar con un laboratorio que tiene distintas áreas y valorar qué podemos gastar en un apartado, pero también mejorar los acuerdos en otras áreas diferentes”, concluye.