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Redacción/EP
Barcelona
El equipo liderado por Juan Carlos Izpisúa Belmonte en el Laboratorio de Expresión Genética en el Instituto Salk (California, EE.UU.) ha logrado generar células madre pluripotentes inducidas (células iPS) a partir de células de la piel obtenidas de pacientes con el síndrome de progeria Hutchinson-Gilford, que envejecen entre ocho y diez veces más rápido que la población general.
Según destaca Izpisúa, los resultados de esta investigación, publicada en Nature, difiere del resto sobre mecanismos celulares y moleculares de la vejez porque hasta ahora se han realizado en modelos animales como la mosca, el gusano o el ratón. Esta vez, se ha realizado en humanos, y el modelo desarrollado permitirá buscar compuestos químicos que puedan alterar el proceso de envejecimiento. “Hemos observado que podemos rejuvenecer un núcleo envejecido de progeria, lo que nos abre las puertas a estudiar la los mecanismos genéticos de la vejez”, agregó.
Las características de la progeria imitan el proceso de envejecimiento de forma acelerada y pocos pacientes sobreviven más allá de los 13 años. Casi todos los pacientes mueren de complicaciones de aterosclerosis, el endurecimiento de las arterias o los vasos sanguíneos por placas, que conducen al ataque cardiaco o al ictus. La enfermedad es muy rara y sólo se conocen entre 25 y 30 casos en el mismo momento temporal lo que convierte en muy difícil el acceso a los pacientes para la investigación.
En comparación con los fibroblastos de la piel normales, las células de los pacientes de progeria tienen el núcleo deformado y una variedad de defectos nucleares. Pero estas células pueden ser forzadas a convertirse en células iPS que actúan como sanas, ya que durante la diferenciación se reactiva la expresión de la progerina.