Psiquiatría/ XV Simposio Internacional Avances en Psiquiatría

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Datos procedentes de neuroimagen prueban que los antipsicóticos atípicos podrían revertir la estructura cerebral dañada por la esquizofrenia.
| 2010-02-12T16:07:00+01:00 h |

Hasta el momento no se ha dado excesiva importancia a la disfunción sexual en las enfermedades psiquiátricas pese al impacto negativo que tiene en el paciente y su calidad de vida, y a ser uno de los trastornos más comunes. Esto es debido a cambios en los esteroides sexuales y en los neurotransmisores que median entre la enfermedad y el funcionamiento sexual a través de sus efectos en el sistema nervioso central y en los genitales. Pero también, como subrayó Anita Clayton, profesora de Psiquiatría y Clínica Obstétrica y Ginecología de la Universidad de Virginia, a la comorbilidad y los tratamientos de su enfermedad. El resultado es que el 35 por ciento de las personas con depresión moderada padece alteraciones de la actividad sexual y en la esquizofrenia este problema alcanza tasas de prevalencia superiores al 50 por ciento. Ello, en muchas ocasiones, tiene como consecuencia el abandono del tratamiento.

Se han identificado diferencias de género en los efectos de las drogas sobre las fases específicas del ciclo de la respuesta sexual, dijo Clayton, por ello “el seguimiento y las recomendaciones terapéuticas deben incluir la estrategia de vigilar y esperar, la educación del paciente, el ajuste de la dosis, el cambio de medicación, la agregación de un potencial antídoto y las intervenciones psicológicas”.

E. Sainz Corada

Madrid

Es muy frecuente que el paciente con depresión no consiga la recuperación total con el primer intento terapéutico. Buscar estrategias para lograr no sólo respuesta sino una remisión sostenida debería ser una prioridad en el abordaje psiquiátrico.

Estudios recientes destacan las limitaciones que tienen los actuales compuestos en términos de eficacia para alcanzar una remisión sostenida. Como el STAR*D, realizado en EEUU con 4.000 pacientes para ver de la eficacia de los antidepresivos, en el que se puso de manifiesto que “solamente un tercio de los casos alcanzan la misma remisión tras un ensayo de 12 semanas, y sólo dos tercios tras cuatro tratamientos consecutivos de 12 semanas cada uno, casi un año de terapia”, señaló Stephen M. Stahl, profesor de Psiquiatría de la Universidad de California en San Diego. “Es más, —añadió— más de un tercio de los pacientes en remisión después del cuarto tratamiento tienen una recaída en seis meses”.

Recientemente han surgido dos abordajes para intentar incrementar la eficacia farmacológica, teniendo que ver ambos enfoques con la combinación de diferentes mecanismos de acción antidepresiva. Como explicó José Luis Ayuso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid y coordinador científico del simposio Avances en Psquiatría, todos los antidepresivos actúan sobre uno o más de los sistemas monoamínicos (serotonina, noradrenalina y/o dopamina).

La primera estrategia propone el uso de varios fármacos con acciones diferentes y complementarias y que se administren conjuntamente desde el inicio del primer tratamiento antidepresivo. En la segunda, apuntó Stahl, el uso al comienzo del tratamiento de fármacos dotados de más de un mecanismo antidepresivo, principalmente antipsicóticos atípicos. “La combinación de diversos mecanismos de acción, sea en una droga o en varias, administrada al comienzo del tratamiento constituye un enfoque prometedor y racional para intentar incrementar las tasas de remisión sostenida en la depresión mayor”, aseguró.

Evidencias en neuroimagen

En el simposio, René S. Kahn, profesor de la Universidad de Utrecht (Holanda), habló sobre las últimas evidencias de neuroimagen encontradas en esquizofrenia.

Así estudios de imagen cerebral han demostrado cómo la enfermedad produce un proceso degenerativo en el cerebro. Esos cambios se refieren principalmente a la reducción del volumen de la sustancia gris y a la dilatación de los ventrículos laterales y del tercer ventrículo, según Jerónimo Saiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y también coordinador del simposio.

“Hemos reportado anormalidades cerebrales en la esquizofrenia que se incrementan con el tiempo”, dijo Kahn. Pero “no todos los pacientes muestran cambios en los volúmenes cerebrales con el tiempo, sin embargo, sí son pronunciados en los que tienen un mal pronóstico en los primeros años de la enfermedad”. En este caso la pregunta es “si los cambios son reversibles con una intervención farmacológica precoz y si hay un punto en el que los cambios cerebrales se hacen reversibles”, continúo.

Y la respuesta parece ser que sí. “Todavía son datos preliminares —añadió Ayuso— pero este estudio pone de manifiesto es una perspectiva muy alentadora para el tratamiento”.