VERANO/ Un año más, los médicos de AP doblarán turnos y asumirán los pacientes de sus compañeros ante la falta de las contrataciones necesarias
br
La habitual reducción de la actividad en primaria y urgencias se está manifestando de forma más acusada por las medidas de ajuste
Un estudio de SMA-CESM refleja la “presión” que sufren los profesionales del primer nivel con una media de cinco minutos por paciente
M. R.
Madrid
La reducción de la actividad en atención primaria y urgente que cada año traen consigo las vacaciones de verano, especialmente en las zonas de más afluencia turística, se está manifestando de forma más acusada esta temporada por las medidas de ajuste presupuestario y los recortes que están adoptando las administraciones autonómicas.
Así, además de las protestas en la región catalana (ver GM, nº 385), también los médicos de Andalucía o la Comunidad Valenciana han calificado de “insuficientes” los planes de refuerzo que obligarán a los profesionales a doblar turnos y atender a los pacientes de sus compañeros.
Así, aunque desde el sindicato médico CESM-CV reconocen el “esfuerzo presupuestario” de la consejería de Luis Rosado, creen que serían necesarios 400 facultativos más de los contratados —1.377 más 473 de primaria para 33 ambulatorios turísticos, dos más que el año pasado— pues solo para atención primaria y pediátrica se necesitaría esa cantidad si se quisiera evitar la sobrecarga de los trabajadores.
Además, su secretario general, Andrés Cánovas, ha insistido en que la clave es centrar más la atención al primer nivel y cambiar el planteamiento actual del modelo de AP, de forma que no dependa tanto de la atención especializada en la petición de pruebas, por ejemplo. También en la región andaluza, desde el sindicato médico SMA-CESM han advertido del cierre del 22,71 por ciento de las 3.051 camas hospitalarias y del 58, 5 por ciento de los quirófanos, mientras que el número de centros de salud ha aumentado ligeramente respecto al verano pasado —48 frente a 46—, aunque no lo ha hecho la partida para contrataciones, que ha vuelto a disminuir —de 138 millones de euros en 2009 y 113 en 2010 a los 111 de este año—. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) asegura que los profesionales de refuerzo serán los mismos de otros años —88 facultativos, 85 enfermeras y 33 auxiliares— pero habrá reducción en el número de jornadas —16.877 frente a las 17.551 de 2010—, mientras que desde el sindicato señalan que apenas se cubrirá el 3 por ciento de los médicos de plantilla por lo que, en el caso de primaria, tendrán que atender a pacientes de otros compañeros pese a que hay médicos registrados en la bolsa de parados del SAS. Esto no viene sino a empeorar la “presión” con la que ejercen su trabajo los facultativos del primer nivel, que están invirtiendo una media de cinco minutos por consulta —muy lejos del ideal de los diez—, según recoge el estudio elaborado por este sindicato por encargo de la Dirección General de Recursos Humanos que les ha prometido soluciones “concretas y puntuales” aunque, ante la falta de convocatoria de la mesa sectorial de Sanidad, no han podido presentarles aún el documento.
También en las islas los médicos están denunciando el cierre de camas durante julio y una planta entera en agosto en el caso del Hospital Universitario de Canarias, con la consiguiente acumulación de pacientes en urgencias, mientas que en Extremadura los sindicatos médico y enfermero han criticado que la consejería sólo sustituya a un 63 por ciento de los profesionales de AP, un 30 de pediatría y un 22 de urgencias, detectándose las mayores dificultades en las zonas rurales.