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La subida del 2 por ciento del IVA reducido, que pasará del 8 al 10, aprobada este viernes por el Consejo de Ministros —dentro de un nuevo paquete de medidas de ajuste que permitirán ingresar 65.000 millones de euros de aquí a 2014, según anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy durante su comparecencia en el Congreso— conllevará una pérdida de márgenes de beneficio y una caída de los ingresos para el sector de la sanidad privada, lo que supondrá desde la disminución de las plantillas al cierre de algunos centros hospitalarios.
Desde el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) han augurado así un “desastre” para este sector ya que sus empresas no pueden deducirse este impuesto pero tendrán que soportarlo de forma íntegra como un gasto más, sin que repercuta en la aportación del cliente. Las pérdidas estimadas por el IDIS son de un 0,5 por ciento de la facturación total, lo que se sumará a la precaria situación que están sufriendo muchos centros tras la reducción de conciertos con la administración pública, algo que, según vaticinan, puede comprometer la “viabilidad” de la red hospitalaria privada en nuestro país, por lo que han reclamado medidas que contrarresten estos efectos.
Esta subida del IVA afecta también a los productos sanitarios, pese a que el sector lleva años solicitando que se les equipare a los medicamentos para que gocen de un tipo superreducido del 4 por ciento, que por el momento se mantiene. Además, el nuevo paquete de medidas se centra en una segunda fase de reformulación del sector público que afectará principalmente a las administraciones locales y al número de empresas públicas, cuyo número se reducirá “significativamente”, todo ello junto con otro recorte de 600 millones de euros en los presupuestos de los ministerios, aún por determinar.