Farmacia/ La mitad de los ensayos clínicos no comparan con el estándar de referencia

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Facilitaría la toma de decisiones a las comisiones de farmacia de los hospitales
| 2010-12-03T15:31:00+01:00 h |

C. Ossorio

Barcelona

Generalmente, la información que se maneja en el proceso de evaluación de nuevos medicamentos en los hospitales se obtiene de ensayos clínicos disponibles.

Sin embargo, son muchos los casos en los que el estudio de registro del nuevo fármaco no compara con el tratamiento estándar de referencia, o compara con placebo.

Durante la jornada “Comparaciones indirectas y su aplicación en la evaluación de medicamentos”, promovida por Génesis (Grupo de Evaluación de Novedades, Estandarización e Investigación en Selección de Medicamentos) se defendió la idea de comparar indirectamente la eficacia como método para tomar decisiones más razonadas y para disminuir costes en investigación.

Como explicó Ana Clopés, del área de Docencia de Génesis, se apoyan en unos datos muy explícitos. Tras revisar 319 informes técnicos de evaluación, se vio que en el 50 por ciento de los casos el fármaco en estudio no tenía como comparador el tratamiento de referencia. Y en el 28 por ciento el comparador era placebo.

“Esto quiere decir que hay una necesidad obvia de utilizar el método nuevo estadístico de comparaciones indirectas. Es decir, si no tienes la comparación de A con C, pero tienes A con B y B con C, puedes terminar comparando A con C”, detalló Clopés.

En el debate sobre los diferentes métodos de este tipo, el objetivo es generar un colectivo que tenga criterios críticos sobre estos estudios. “De hecho, la idea es incorporar algún tipo de metodología de comparaciones indirectas en los informes de evaluación que hacen las comisiones de farmacias de los hospitales”, añadió.

A su juicio, esta metodología tiene dos principales ventajas. Por un lado, interesa a los profesionales porque puede resolver respuestas científicas que los ensayos clínicos no dan. Y por otro supone un ahorro de costes para la industria, ya que ofrece un sistema comparativo que si se hiciera por métodos directos requeriría un volumen de pacientes y un coste muy alto.

En este sentido, los expertos la presentan como una herramienta interesante para esta etapa de recisión económica —en el Reino Unido ya lo han incorporado—, pero requiere formación.