c. ossorio Env. Esp. a San Francisco (EE.UU.) | viernes, 17 de enero de 2014 h |

Los pacientes con cáncer gástrico avanzado que recaen tras la primera línea de tratamiento presentan un pronóstico muy pobre, con una supervivencia media de tres meses si no se aborda en segunda línea con el tratamiento estándar basado en quimioterapia (docetaxel, paclitaxel o irinotecan).

Pues bien, un estudio fase III presentado en el Simposio sobre Cáncer Gastrointestinal 2014, organizado por la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), revela que añadir la terapia dirigida ramucirumab (inhibidor del receptor del factor de crecimiento endotelial vascular) a la quimioterapia estándar en segunda línea incrementa la supervivencia global (SG) hasta dos meses, en comparación con paclitaxel solo.

En este trabajo, en el que han participado 665 pacientes con adenocarcinoma gástrico o de la unión gastroesofágica metastásico previamente tratados en primera línea con una combinación de quimioterapia basada en platino y fluoropirimidina, se aleatorizó a los pacientes a recibir la combinación de ramucirumab con paclitaxel o esta quimioterapia sola. Según detalla el autor principal del estudio, Hansjochen Wilke, director del Departamento de Oncología, Hematología y Cuidados Paliativos en el centro Kliniken Essen-Mitte (Alemania), la supervivencia global fue de 9,6 meses en el primer grupo, frente a 7,4 meses en la rama de quimioterapia sola.

El tiempo libre de progresión fue de 4,4 meses en la rama de tratamiento que incluyó ramucirumab, y de 2,9 meses con paclitaxel en monoterapia, y la tasa global de respuesta del 28 y el 16 por ciento, respectivamente. Además, el autor puntualiza que los pacientes tratados con ramucirumab reportaron una reducción del dolor y una mejora general en su calidad de vida.

Wilke matiza que pretenden analizar de forma retrospectiva las muestras tumorales recogidas en este trabajo con el fin de intentar identificar biomarcadores predictivos de respuesta a esta terapia dirigida.