Recién terminado el conflicto entre Cataluña y Aragón por la asistencia sanitaria de pacientes limítrofes, ha estallado de nuevo la misma guerra pero con distintos actores. La negativa del Gobierno de La Rioja a prestar atención especializada a pacientes de la Rioja Alavesa y de Navarra si no recibe a cambio compensación económica, ha dado otra vuelta de tuerca a la debilitada cohesión del SNS. Al cierre de esta edición, la amenaza de intervención del Ministerio y la huelga de hambre iniciada por el alcalde de Oyón (Álava) lograron que se iniciara una vía de diálogo entre administraciones. Previamente, el consejero de Sanidad del País Vasco alertó de las consecuencias que podría traer hacer “transacciones económicas con los pacientes”.
Así lo manifestó Rafael Bengoa la semana pasada en un desayuno informativo en Business TV, que contó con el apoyo de Celgene, en el que tuvo que intervenir telefónicamente debido a que un problema en su vuelo imposibilitó su presencia en el plató. En su intervención, el consejero criticó la “decisión unilateral” del presidente de La Rioja, Pedro Sanz, de ofrecer mediante pago una atención que en el resto de España se da de manera absolutamente desinteresada, y que en el caso de la comunidad vasca se ofrece a más de 14.000 personas de Cantabria, Burgos, Navarra y La Rioja.
La decisión supone la expulsión de la Sanidad riojana de 9.000 vecinos de municipios vascos y amenaza con romper un modelo basado hasta ahora en la solidaridad interregional. “Si uno extendiera ese modelo [el que defiende La Rioja] a todo el ámbito nacional afectaría a 90.000 ó 100.000 pacientes. No es bueno empezar a tener interacciones de mercado entre comunidades con pacientes que hasta ahora han acudido al lugar más cercano para ser atendidos, porque empezaríamos a tener un modelo basado en transacciones económicas. Se perdería mucho dinero en esas transacciones, cuando no hace falta y necesitamos ese dinero para otras cosas”, advirtió Bengoa.
De todas formas, el departamento de Sanidad vasco ya ofrece atención especializada a los pacientes de la Rioja alavesa afectados por la decisión del Gobierno riojano, quien asegura que desde que en 2007 se abrió el Hospital San Pedro se ha producido una “avalancha” de traslados incorrectos de País Vasco y Navarra”. Además, acusado al ministerio de usar este asunto de manera “partidista” y solicita al Ejecutivo central que le pague la financiación prometida para ese hospital.
En los últimos años la Sanidad ha pasado a primer problema político no por problemas sanitarios, sino de sostenibilidad. A diferencia de los bancos, el test de estrés para el SNS ha sido una realidad. Para el consejero vasco, este examen es una forma de representar los tres posibles escenarios en los que España se puede encontrar a corto plazo: una situación dramática tipo Grecia, un panorama sin crecimientos en Sanidad y una última opción de volver al crecimiento anterior.
En el término medio, ese escenario necesita para Bengoa una situación de estabilidad “casi emocional” en el sector para poder manejar las decisiones a tomar y ser más eficientes. En el País Vasco se ha iniciado un recorrido distinto desde hace dos años y, según su consejero, ahora se empiezan a ver frutos para que el sistema público sea “igual de sostenible que hasta ahora”.
Una de ellas es la que ya se ha llevado a cabo en el sistema sanitario vasco: integrar Primaria y Especializada. “Si no hacemos ciertas reformas, sobre todo la que nos llevaría a una mayor integración entre niveles asistenciales, obviamente nos encontraremos dentro de poco en una situación de tener que tomar decisiones muy difíciles en el sector”, advierte Bengoa. A su juicio, este tipo de reformas permitirían encajar la demanda sin recortes incluso con aumentos pequeños en el sector Salud. Allí donde no se hagan, se sufrirá.