J.A.R. Barcelona | viernes, 19 de junio de 2015 h |

Tiziano Barbui recibió en 2013 el premio honorario Jean Bernard, otorgado por la Asociación Europea de Hematología (EHA), en reconocimiento por su contribución a la optimización del diagnóstico, prognosis y tratamiento de neoplasias mieloides. En esta entrevista, comenta los principales avances en mielofibrosis.

Pregunta. ¿La aparición de los inhibidores de JAK2 es uno de los principales hitos recientes en el tratamiento de la mielofibrosis?

Respuesta. En 2005, se produjo un cambio de paradigma con el descubrimiento de que esta patología y la trombocitemia esencial están causadas por una mutación en el gen JAK2 en la mayoría de los casos. Además, hace apenas un año y medio se descubrió que la mutación en el gen calreticulin también está implicada en las dos patologías. Cuando se empezó a emplear ruxolitinib, se vio que mejoraba los síntomas de los pacientes y que reducía el tamaño del bazo. Pero si se miden los niveles de JAK2 en sangre, estos no se reducen.

P.¿Cuál es la razón de que el fármaco sea eficaz, aunque los niveles en sangre de JAK2 no varíen?

R. Esto es lo que estamos intentndo averiguar en dos ensayos clínicos en los que comparamos este fármaco con hidroxiurea, que es el mejor tratamiento disponible. La hipótesis que manejamos es que quizás ruxolitinib ataca los marcadores de inflamación que caracterizan la patología.

P.¿En qué otras investigaciones está usted participando?

R. En la actualidad, participo en un estudio randomizado para comparar por primera vez interferón con hidroxiurea en la mielofibrosis. Sabemos que interferón reduce los niveles de JAK2 en la sangre, por lo que es eficaz para frenar la expansión clonal, pero es un fármaco no apto para alrededor del 30 por ciento de los pacientes, que pueden sufrir fiebre, reacciones autoinmunes, alopecia…

P. ¿Qué otras moléculas hay en investigación para el tratamiento de la mielofibrosis?

R. Pacritinib y momelotinib son dos moléculas en desarrollo. El problema con los tratamientos actuales es que hay pacientes que pueden sufrir anemia. Estos fármacos podrían utilizarse en pacientes con anemia, lo que permitiría reducir la tasa de transfusiones que necesitan.