Entrevista/ Dirige el primer hospital de día de terapia biológica multidisciplinar español

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| viernes, 10 de septiembre de 2010 h |

E. Sainz Corada

Madrid

Pregunta. En los últimos años ha habido muchos avances en el tratamiento de las enfermedades reumáticas, en especial con las terapias biológicas…

Respuesta. Sí, aparecen con el inicio del milenio y desde entonces han sido un avance importantísimo para las enfermedades inflamatorias (EI) en general. Con la aparición de los nuevos medicamentos se ha cambiado radicalmente el curso de la enfermedad de manera que el paciente no sólo está bien sino que ésta no progresa.

P. Ustedes tienen una unidad pionera de terapias biológicas.

R. Sí, somos los primeros. Empezó como hospital de día y funcionó muy bien entonces, como había también otras especialidades susceptibles de usarlas (Aparato Digestivo y Dermatología, sobre todo), les ofrecimos que sus pacientes pudieran ser tratados en él también, y de ser un hospital exclusivamente de Reumatología pasó a ser de terapias biológicas. Es interesante porque adquirimos conocimiento de otras enfermedades que no son específicas de nuestra especialidad pero tienen rasgos comunes. Además muchas tienen tratamientos comunes, lo que nos permite optimizar los recursos o aprovecharlos al máximo: por ejemplo, hay medicamentos que vienen en viales y se dan por peso y a veces sobraba, ahora al juntarlos todos nos ha permitido ahorrar mucho dinero.

P. ¿Y hay otros centros interesados en repetir el modelo?

R. Depende ya de los hospitales. Hay a quien le gusta juntar distintas especialidades y hay a quien no. Otros servicios prefieren tener su hospital de día para ellos solos. Yo entendí que de esta forma podría ser útil y a nosotros nos está resultando muy útil. Esos pacientes ya prácticamente no ingresan, por lo que se ha producido un descenso en el número de ingresos.

P. ¿Qué proyectos de investigación tienen en marcha?

R. Estamos trabajando ahora en el riesgo cardiovascular en pacientes con EI. Sabemos actualmente que los pacientes con enfermedades sistémicas, como el lupus o la artritis reumatoide, desarrollan una arteriosclerosis más precoz, y lo que estamos estudiando es si hay unos factores de riesgo al margen de los clásicos, o si la propia EI es un riesgo. Sobre todo de si los tratamientos que estamos usando son capaces de disminuir la progresión de la arteriosclerosis. Trabajamos en colaboración con el Hospital General de Lisboa y el University College de Londres. Son dos investigaciones paralelas con dos grupos de pacientes: uno con tratamientos anti-TNF y otro con depleción de linfocitos. Queremos ver si somos capaces de controlar el riesgo cardiovascular al controlar la inflamación, ya que es ésta la que produce la arteriosclerosis.

P. Respecto a la atención al paciente, ¿tienen algún programa para mejorar este aspecto?

R. Trabajamos mucho con AP y conseguimos acabar con la lista de espera de un año gracias a haber establecido esta colaboración. Las enfermedades reumáticas más prevalentes se pueden controlar perfectamente desde ahí y nosotros centrarnos en enfermos con EI.