br
Las relaciones entre las administraciones y las compañías farmacéuticas han cambiado. La falta de recursos, la optimización y búsqueda de eficiencia en el gasto y las necesidades sanitarias abocan a la puesta en marcha de acuerdos que busquen reducir la incertidumbre del pagador en el resultado de una terapia y dar una salida a las compañías para facilitar el acceso a sus medicamentos. En este ámbito se enmarcan los contratos de riesgo compartido, como el que AstraZeneca ha acordado con el Departamento de Salud de Cataluña. Un acuerdo que Federico Plaza, director Relaciones Institucionales de la compañía, comenta para SFH.
Pregunta. Este acuerdo, ¿es el primer contrato de riesgo compartido que alcanza la compañía?
Respuesta. Sí. Está en el ánimo de AstraZeneca encontrar nuevas maneras de explorar mecanismos innovadores en el abordaje y gestión clínica de ciertas patologías, así se pretende conseguir la máxima eficacia en la utilización de los recursos y garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario. En este caso, se trata de una experiencia piloto de acceso solo aplicable en casos muy concretos, en los que sea posible identificar el grupo de pacientes que se puedan beneficiar y exista una posibilidad de monitorización individual.
P. ¿Cuánto tiempo han negociado con la administración catalana?
R. A la hora de poner en marcha un programa piloto de este tipo es necesario considerar aspectos como los detalles técnicos en los que se basa tanto la indicación como el seguimiento de los pacientes tratados con el fármaco y, sobre todo, la definición clara sobre qué se entiende por éxito terapéutico. Este tipo de programas piloto requieren de un trabajo previo minucioso por parte de todos los implicados, por lo que ha sido necesario invertir en él aproximadamente un año.
P. ¿En qué consiste el piloto?
R. En el seguimiento de un protocolo de acceso a un fármaco por parte de los pacientes diagnosticados con un tipo concreto de cáncer de pulmón. El protocolo identifica el perfil de pacientes susceptibles de recibir el fármaco y beneficiarse de él llevando a cabo un seguimiento clínico que mide los resultados en salud de todos los pacientes incluidos en el piloto.
P. ¿Con qué medicamento se lleva a cabo el piloto? ¿Para qué patologías?
R. Se hace con gefitinib DCI, comercializado en España como Iressa, un tratamiento oral indicado en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico que presentan mutaciones del gen EGFR. En estos pacientes gefitinib ha demostrado una eficacia y tolerabilidad significativamente superior en comparación con los tratamientos hasta ahora disponibles.
P. ¿Qué variables se van a valorar para determinar el éxito de la terapia?
R. Se han fijado criterios objetivos y específicos de evaluación de la respuesta clínica muy bien definidos en tiempos específicos.
P. Una vez que finalice el piloto, ¿podría extenderse a otras comunidades autónomas o ampliarse en el ámbito de Cataluña?
R. Es pronto para decirlo, acabamos de empezar y todavía no sabemos cuáles serán los resultados del programa piloto. Es importante recalcar que existen muchas incertidumbres a la hora de apostar de forma masiva por este tipo de acuerdos. No olvidemos que los acuerdos de riesgo compartido vinculados a resultados solo son aplicables a medicamentos muy concretos y, además, no todas las instituciones sanitarias disponen de recursos para poder realizar un seguimiento clínico tan estrecho de los pacientes. Por otra parte, actualmente no existen muchas administraciones sanitarias ni compañías farmacéuticas que estén apostando por este cambio en el modelo de relación tradicional entre industria y administración.
P. ¿Avanzan en otros contratos de este tipo con este o con otros medicamentos?
R. Actualmente estamos centrados en esta prueba piloto.
P. ¿Qué ganan con este contrato de riesgo compartido?
R. Ofrecemos soluciones innovadoras de acceso a medicamentos para lograr la máxima eficacia y así favorecer la optimización de recursos por parte de la Sanidad pública.
P. ¿Es el futuro de las relaciones industria-administraciones sanitarias?
R. Este es el primer acuerdo que forma parte de un convenio marco entre el Departamento de Salud de Cataluña y AstraZeneca con el objetivo de desarrollar mecanismos innovadores en el abordaje y gestión clínica de ciertas patologías, de este modo se pretende conseguir la máxima eficacia en la utilización de los recursos y garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario.