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Que los recortes en materia sanitaria afecten a la realización de pruebas diagnósticas prescritas por los especialistas es la mayor preocupación de los españoles en esta materia, por encima del posible pago por servicios médicos y por recetas. Así lo han manifestado un 89 por ciento de las 2.650 personas de entre 18 y 65 años de todas las comunidades autónomas que han participado en la encuesta realizada por Mapfre y dirigida por la consultora Villafañe & Asociados, en la que también han mostrado su rechazo al copago sanitario —un 72 por ciento—, aunque más de la mitad —un 59,6— lo consideraría adecuado si se estableciera en función del nivel de ingresos o de renta y no tanto por la frecuentación en las consultas.
Según este estudio, el 82 por ciento de los ciudadanos considera importante reformar el actual sistema público de salud pero un 77 cree que se debe hacer sin reducir el gasto de esta partida presupuestaria, que califican de “intocable”, y un 60 apuesta por adoptar medidas “alternativas” que los protejan.
Lo peor, las esperas
Aunque un 74,8 por ciento de los encuestados considera que el sistema público funciona “bien”, el informe refleja un “gran descontento” de los españoles —un 82,4 por ciento— con las largas listas de espera en las consultas con el especialista, por lo que un 68 por ciento valora los seguros privados como la mejor opción “complementaria al sistema público” especialmente por la facilidad para conseguir una cita, pese a que un 70 por ciento de los participantes no cuenta con esta asistencia y sólo el 21 por ciento baraja la posibilidad de contratarlo en el futuro, siendo la falta de recursos el argumento más esgrimido.
