c. ossorio Barcelona | viernes, 31 de enero de 2014 h |

La implantación del músculo dorsal amplio obtenido por endoscopia ya fue presentado en 2010 por el Hospital Universitario de Bellvitge como técnica de recontrucción innovadora para defectos parciales de mama. Ahora, este equipo ha logrado reconstruir con esta técnica y de forma mínimamente invasiva la totalidad de la mama, incluyendo el pezón y la areola, en la misma intervención en la que se realiza la mastectomía.

Un avance, liderado por Joaquim Muñoz i Vidal, cirujano plástico del Servicio de Cirugía Plástica del citado hospital, que no sólo es referente en España, sino que ha sido publicado por la revista Plastic and Reconstructive Surgery como intervención pionera a nivel internacional.

Si bien en la actualidad se tiende a una cirugía conservadora de la mama gracias a que los tumores son detectados en estadios cada vez más tempranos, aún quedan entre un 30 y un 40 por ciento de casos que requieren mastectomía completa del pecho para la resección tumoral. De estas mujeres, un 50 por ciento reúne requisitos para acceder a una reconstrucción total con autotrasplante de tejido propio (DIEP), que es la técnica de elección, pero la otra mitad son pacientes que carecen de zona donante o han sido sometidas a otras cirugías previas en el abdomen, y por tanto no son candidatas a esta opción.

Es en estos casos en los que la nueva técnica no invasiva viene a sustituir al implante de una prótesis directa, ya que este procedimiento requiere una reconstrucción diferida y fracasa en una de cada tres pacientes, que pierde la prótesis a los dos meses de la intervención, según detalla Muñoz i Vidal. Además, en otro tercio de pacientes que no pierde esa prótesis, los resultados estéticos son insatisfactorios y con el paso del tiempo dan lugar a asimetrías en la paciente.

Con la nueva estrategia, trasplantan el músculo dorsal ancho “a través de una pequeña incisión en la espalda que deja una cicatriz de una longitud inferior a los cinco centímetros, que queda escondida bajo el sujetador”, explica el experto, especificando que la otra cicatriz necesaria también queda oculta bajo el brazo.

Mientras que antes la prótesis quedaba alojada justo debajo de la piel, de un tejido dañado por la mastectomía y vulnerable a infectar la prótesis, ahora el músculo hace de sujetador natural con el mismo tejido de la paciente y protege la prótesis mamaria que aporta el volumen en el pecho reconstruido.

Por último, la reconstrucción del complejo areola-pezón en la misma intervención, que según puntualiza Muñoz i Vidal no se consigue ni con el DIEP ni con la prótesis directa, la llevan a cabo con una pequeña isla de piel circular de la espalda, que estaba adherida al músculo dorsal.

A juicio del cirujano, con el nuevo procedimiento no sólo se logra “paliar el trauma que sufría la paciente al ver la nueva mama reconstruida sin areola ni pezón”, sino que se evita un segundo paso por quirófano, y con ello todos los riesgos asociados a cualquier cirugía. Asimismo, puesto que la prótesis queda bajo el músculo, la paciente puede recibir sin complicaciones tratamientos oncológicos complementarios.

PACIENTES INTERVENIDAS

Desde diciembre de 2012, en el Hospital de Bellvitge ya han sido 22 las mujeres, no candidatas a reconstrucción mediante DIEP, tratadas con la técnica mínimamente invasiva que, a partir del músculo dorsal, logra la reconstrucción integral de la mama en el mismo momento de la mastectomía. Un procedimiento que no sería factible sin un abordaje multidisciplinar, que se proporciona en el marco de la Unidad Funcional de Cáncer de Mama del centro. El cirujano trabaja de forma conjunta con el oncólogo para seleccionar la intervención más idónea para cada caso.