La elaboración del primer Documento de Consenso sobre prevención de Herpes Zóster (HZ) y Neuralgia Post-Herpética (NPH) surge del interés de once sociedades científicas de ampliar el conocimiento acerca de esta patología de elevada incidencia y mejorar su manejo. Su objetivo es facilitar la identificación del HZ en la práctica clínica para mejorar su diagnóstico y tratamiento, de forma que se reduzca el impacto negativo sobre la salud de los ciudadanos afectados. De forma especial, aborda y explora las posibilidades que podría generar la
única vacuna que cuando esté disponible permitirá prevenir el Herpes Zóster entre quienes más riesgo presentan de padecer este tipo de infección: las personas mayores.
Para Ramón Cisterna, coordinador del Documento y jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto en Vizcaya, “esta iniciativa pretende, desde la multidisciplinaridad de quienes hemos participado en el desarrollo de la misma, ofrecer una visión lo más completa posible sobre el Herpes Zóster que facilite, no sólo su reconocimiento si no también su comprensión y su impacto sobre los ciudadanos”. Para Cisterna, preservar la calidad de vida de la población de edad avanzada es uno de los retos del actual sistema socio-sanitario, especialmente en España, dado el envejecimiento de la población.
El HZ es una enfermedad vírica frecuente y debilitante causada por la reactivación del virus varicela zóster (VVZ). Tras padecer la varicela el VVZ permanece latente en el sistema nervioso y puede reactivarse como HZ en cualquier momento. Esta enfermedad es tan frecuente que se estima que aproximadamente 1 de cada 4 personas desarrollará HZ en su vida. La edad es el principal factor de riesgo de esta enfermedad, cuya incidencia es elevada a partir de los 50 años. De hecho, el único factor de riesgo claro para el desarrollo del HZ es la edad y ese riesgo se incrementa a medida que se van cumpliendo años y el sistema inmunólogico se deteriora.
El hecho de que esta enfermedad sea más frecuente en este grupo de población se debe, según José Luis Cañada, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas y Vacunación de Semergen, “a que coincide con una pérdida de funcionalidad de nuestro sistema inmunológico, lo que hace que cada vez éste sea menos eficaz a la hora de controlar algunos procesos relacionados con virus y microorganismos”.
Los principales síntomas iniciales del HZ son la cefalea, el cansancio y una sensación de malestar general. Aparece en la piel una zona dolorosa que produce una sensación ardiente o punzante con escozor y prurito que suele localizarse en el tronco, el cuello, la cara o el ojo. En pocos días esa zona dolorosa se convierte en erupción cutánea con ampollas que acaban, finalmente, en costras que cicatrizan. La mayoría de las personas se recuperan en un plazo de 2 a 4 semanas pero en algunos casos el HZ puede provocar complicaciones graves.
Una de las complicaciones más severas y frecuentes del HZ es la Neuralgia Post-Herpética (NPH) que consiste en un dolor neurálgico persistente en el área de la erupción cutánea, incluso cuando ésta ha desaparecido, debido al daño de un nervio causado por el virus cuando avanza hacia la pie”. La NPH es mucho más frecuente en las personas ancianas, el 40 por ciento aparecen en mayores de 70 años y, aproximadamente, el 65 por ciento en los pacientes mayores de 50 años. En cuanto a la prevalencia de NPH en España, el 47,6 por ciento de los pacientes continuó experimentando dolor un mes después de la aparición de la erupción cutánea del HZ, el 14,5 a los 3 meses, el 9, por ciento a los 6 meses y el 5,9 al año de seguimiento.
Por su parte, Pedro Javier Cañones, secretario General de SEMG explica que “este dolor neuropático por irritación directa del nervio se asemeja mucho a al que produce la corriente eléctrica, como si fuera una descarga. Por desgracia es muy frecuente e invalidante y afecta enormemente a la calidad de vida del paciente”. Cuando el dolor cursa agudo éste supera al dolor del parto, mientras que cuando el dolor cursa crónico es comparable con la fibromialgia.