Gaceta Médica Madrid | lunes, 24 de noviembre de 2014 h |

La inexistencia de “antídotos” ha sido siempre uno de los argumentos más esgrimidos por los detractores de los nuevos anticoagulantes orales (NACOs). Por eso, la presentación en el Congreso de la Sociedad Americana del Corazón (AHA) de resultados de andexanet alfa, que ha demostrado revertir el efecto anticoagulante de apixaban (comercializado por Pfizer como Eliquis), y de nuevos datos que confirman la eficacia de idaricizumab en la reversión de los efectos de dabigatrán (comercializado como Pradaxa por Boehringer Ingelheim) han provocado mucho inetrés entre los asistentes al Congreso.

Así, en el caso de apixaban, el estudio en fase III Annexa-A, desarrollado por Pfizer, BMS y portola Pharmaceuticals, ha demostrado una reversión rápida y casi completa (de aproximadamente el 94 por ciento; p<0,0001) del efecto anticoagulante del fármaco en voluntarios sanos de entre 50 y 75 años. Esta primera parte del ensayo consiguió significación estadística (p<0,0001) en todos sus objetivos de valoración primarios y secundarios. El ensayo incluyó 33 sujetos aleatorizados para ser tratados 24 de ellos con andexanet alfa y 9 con placebo. En el estudio, de dos a cinco minutos después de la administración de una dosis de andexanet alfa, se revertió la actividad anticoagulante de apixaban medida por la actividad del factor anti-Xa aproximadamente en un 94 por ciento en comparación con placebo (p<0,0001). Cada sujeto tratado con andexanet alfa tuvo entre el 90 y el 96 por ciento de reversión de la actividad anticoagulante.

Esta reversión de la actividad del factor anti-Xa se correlacionó con una reducción significativa del nivel del fármaco en el plasma, libre y no unido, y está en consonancia con el mecanismo de acción de andexanet alfa. Además, este “antídoto” reestableció la producción de trombina a niveles basales normales (previos al inicio de la terapia con el anticoagulante). En este estudio, no se notificaron efectos adversos graves, eventos trombóticos o anticuerpos contra el factor X o Xa después de la administración de andexanet alfa. Se notificaron tres reacciones leves al tratamiento.

En la segunda parte el estudio, 32 voluntarios sanos recibieron apixaban 5 mg dos veces al día durante cuatro días y, posteriormente, fueron aleatorizados en una proporción 3:1 en dos grupos; al primero se le administró andexanet alfa intravenoso de 400 mg seguido de una infusión continua de 4 mg/min durante 120 minutos y al segundo se le administró placebo. Se espera tener los datos de esta segunda parte del estudio a principios de 2015.

En cuanto a dabigatrán, durante el Congreso se presentaron nuevos datos que demuestran que el antídoto idarucizumab revierte el efecto de este anticoagulante oral. Concretamente, en el estudio clínico se ha observado que la administración de idarucizumab después de un tratamiento previo con dabigatrán es capaz de restablecer la coagulación sanguínea sistémica y la formación de la fibrina, un componente clave en el mecanismo de la coagulación sanguínea. En el estudio Re-Verse AD, que se ha iniciado recientemente en Estados Unidos, participan pacientes de más de 35 países (entre ellos España) que sufran una hemorragia incontrolable o necesiten someterse a procedimientos quirúrgicos urgentes con elevado riesgo de sangrado. Es la primera vez que un antídoto en investigación para un nuevo anticoagulante oral se investiga en un estudio en pacientes en lugar de voluntarios sanos. El antídoto, que ha recibido la designación de la FDA como “tratamiento innovador”, sigue en fase de investigación y no ha sido autorizado todavía para el uso clínico.