Más de mil profesionales —entre personal de medicina interna, enfermedades infecciosas y cuidados intensivos— han participado en la elaboración del primer documento de consenso sobre la infección por clostridium difficile (ICD), una de las causas más comunes de la diarrea asociada a antibióticos. El objetivo del documento, presentado en el marco del Congreso International de la Healthcare Infection Society (IHS), celebrado en Lyon, Francia, es plasmar la visión de los expertos acerca del tratamiento de la ICD para determinar pautas de diagnóstico y tratamiento en esta infección, clarificar resultados e identificar las necesidades clínicas no cubiertas que existen.
Uno de los problemas principales en el tratamiento de la ICD es la recurrencia, no solo por “el aumento del padecimiento del paciente, sino también por el incremento de los costes sanitarios”, señaló Nicola Petrosillo, director de departamento del Centro Nacional de Referencia en Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani, en Roma, por lo que este ha sido precisamente uno de los temas protagonistas del documento. Algo razonable teniendo en cuenta que hasta un 25 por ciento de los pacientes que sufren una infección por esta bacteria c.difficile padece una recurrencia en el plazo aproximado de un mes y que aquellos en los que ya ha reaparecido la infección ven aumentado su riesgo de sufrir un nuevo episodio de infección en hasta un 40 por ciento.
Este problema, en términos económicos, puede suponer una diferencia interpaciente de hasta 7.000 euros, según estudio alemán presentado por Petrosillo en el Congreso. Además, los pacientes hospitalarios con esta infección tienen hasta tres veces más posibilidades de fallecer en un centro hospitalario que aquellos que no la padecen.
29 recomendaciones
Además de las recurrencias, este documento de consenso recoge otras necesidades en ICD como, por ejemplo, la implementación de algoritmos claramente definidos para la selección de muestras clínicas, recolección y pruebas en las deposiciones. Asimismo, el texto también señala la importancia de definir los diferentes estadios de gravedad de la enfermedad para un tratamiento óptimo de la misma, atendiendo especialmente a aquellos pacientes con comorbilidades.
Tampoco se olvida este informe de resaltar la necesidad de aumentar la colaboración existente entre los hospitales y los servicios de cuidados sociales, así como de incrementar la aplicación de recursos y medidas de control de infección adecuados, para limitar la transmisión de c.difficile. Ya por último, el consenso destaca la importancia de mejorar el control del uso de antibióticos, para lo que proponen mayor formación de los profesionales sanitarios y la implantación de políticas nacionales que garanticen la vigilancia, prevención, diagnóstico y tratamiento de la ICD.
Y así hasta 29 recomendaciones, 27 de las cuales (el 93,1 por ciento) superaron el umbral del 66 por ciento en el grado de acuerdo, lo que indica un apoyo mayoritario de los profesionales a las declaraciones expresadas en este informe de consenso sobre ICD.