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La carga tumoral del ganglio centinela se ha convertido en un factor predictivo para guiar las cirugías de cáncer de mama, gracias a un novedoso software que han desarrollado investigadores del Centro de Cáncer de Mama del Hospital Universitario Vall d’Hebron y que han presentado en el II Congreso de la Asociación Española de Cirujanos de Mama (Aecima), recién celebrado en Barcelona.
Este valor molecular se puede calcular mediante la técnica molecular OSNA (one-set nucleic acid simplification) que, como puntualiza Vicente Peg, patólogo del centro que ha participado en el desarrollo del programa, “permite analizar el 100 por ciento del ganglio durante la cirugía, y por tanto asegurar si el ganglio centinela es positivo o negativo”.
Por primera vez, este grupo ha estudiado la carga tumoral como parámetro para predecir el estado del resto de ganglios de la axila, y han comprobado que, cuando este valor es muy bajo, los demás ganglios serán negativos en un 85 por ciento de los casos. Y viceversa. Si obtienen una carga tumoral muy alta, lo más probable será que haya afectación ganglionar y sea recomendable extirparlos mediante linfadenectomía.
“Es una herramienta que nos sirve para aportar un dato extra al cirujano a la hora de tomar decisiones, pero no sustituye a otras”, subraya Peg.
Esta calculadora de carga tumoral se ha desarrollado a partir de los resultados de un estudio multicéntrico en el que han colaborado investigadores de ocho centros españoles (Virgen del Rocío de Sevilla, Arnau de Vilanova de Lleida, Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela; Clínico de Salamanca, 12 de Octubre de Madrid, Dr. Negrín de Gran Canaria; Instituto Valenciano de Oncología y el Grupo Académico Solti).
En este trabajo se estudió la carga tumoral de los ganglios centinela positivos analizados con OSNA de 600 mujeres, para aplicarlo al resto de ganglios linfáticos de la axila como factor predicción.
Isabel Rubio, jefa de la Unidad de Patología Mamaria del Vall d’Hebrón, apunta que, dentro del objetivo de que tanto el tratamiento como la cirugía sean cada vez menos agresivos, sin renunciar a la eficacia, esta herramienta es útil porque permite afinar mejor la terapia de elección.
Minimización de dudas
Así, aunque hay estudios recientes que aseguran que, en términos de supervivencia, no hay diferencia entre extirpar los ganglios de la axila o no cuando se detecta que el centinela es positivo, esa circunstancia no está clara en todas las pacientes y el nuevo software ayuda a determinar el procedimiento más adecuado.
De esta forma, se evita una nueva cirugía si resulta que los ganglios axilares sí eran positivos, o se ahorra a la paciente los problemas asociados a la extirpación de los mismos (fundalmente la aparición de linfedema), si eran negativos y se podía evitar la resección.
En principio, el software está indicado para todas las pacientes de cáncer de mama, excepto en las que han recibido tratamiento quimioterápico neoadyuvante o las que presentan tumores de gran tamaño, porque no están contempladas en el estudio. Ahora bien, como matiza Peg, cada caso debe ser individualizado porque “cada paciente y cada tumor es diferente”.
Técnica ARM
Durante el congreso de Aecima se presentó una novedosa técnica, denominada Arm Reverse Mapping (ARM), que consiste en la inyección de un colorante azul en el brazo para identificar los ganglios del drenaje de esta zona en pacientes con cáncer de mama. De esta forma, sólo se extirpan los ganglios linfáticos que colectan el drenaje de la mama y se evita la interrupción no intencional del sistema de ganglios linfáticos durante la cirugía.