oncología/ Llega a España el huérfano Mozobil, la última novedad en la movilización de progenitores para cánceres hematológicos
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Indicado en linfoma y mieloma múltiple en combinación con GCSF, logra rescatar células madre para trasplante autólogo en el 75% de los casos
Su uso en el ICO, en el programa europeo de uso compasivo, demuestra un aumento del nivel celular cinco veces superior que GCSF en solitario
irene fernández
Madrid
Desde hace más de diez años, el campo de la movilización de progenitores para el linfoma y el mieloma múltiple (MM) no había experimentado apenas cambios. Sin embargo, desde que se iniciaron en 2006 los ensayos clínicos fase III con plerixafor (comercializado por Genzyme como Mozobil) esta perspectiva cambió. Este medicamento, aprobado con la categoría de huérfano por la EMA a finales del año pasado, acaba de lanzarse en España. Y, según los expertos, todo apunta a que unos 200 pacientes en el país podrían beneficiarse al año del uso de este innovador.
La mayoría de pacientes con mieloma múltiple o linfoma, tras quimioterapia y/o radioterapia, requieren de un trasplante autólogo de médula ósea en primera o segunda respuesta. Pero, un 20 por ciento de los candidatos no consigue movilizar la cantidad suficiente de células madre hematopoyéticas para el trasplante, lo que implica otra terapéutica menos eficaz y con menos tolerabilidad.
Aquí es donde interviene plerixafor. “Mozobil viene a rellenar un importante espacio de necesidad terapéutica para estos pacientes”, dijo Rafael Duarte, director del Programa de Trasplantes del Instituto Catalán de Oncología (ICO). Por eso, está indicado, en combinación con el factor estimulante de colonias granulocíticas (GCSF), en pacientes con linfoma y mieloma múltiple que presentan dificultades para la movilización de células madre hematopoyéticas con vistas a un trasplante autólogo de médula ósea.
Margen de mejora
La rapidez de acción de este inhibidor selectivo y reversible de la quimiocina CXCR4 es lo que le caracteriza. Sólo hay que atender a los resultados y ver su margen de mejora. El GCSF se administra durante cinco días en total, y plerixafor se inyecta el cuarto día.
Tras medir en sangre el nivel de células madre para el tratamiento del trasplante el cuarto y quinto día por la mañana, se observan las diferencias. Los pacientes que sólo recibieron GCSF, del cuarto al quinto día el nivel aumentó un 1,5. Pero, si se combinaba con plerixafor, la mediana de aumento era cinco veces superior. Es decir, “si con el primero se puede pasar de 10 a 15 en un día, con este innovador se pasa de 10 a 50”, afirmó Duarte.
Además, indicó que, tras su experiencia con el fármaco, la tolerancia ha sido buena y logra rescatar y obtener células madre hematopoyéticas suficientes para trasplante en el 75 por ciento de los casos que habían fracasado previamente con tratamientos convencionales. Así lo evidenció con los nueve pacientes que trató en el ICO en julio de 2008, dentro del programa europeo de uso compasivo para estos pacientes.