A.F. Madrid | viernes, 10 de abril de 2015 h |

La Sociedad Española de Reumatología (SER) fue una de las sociedades científicas que respaldó el documento elaborado por la Alianza General de Pacientes (AGP) sobre seguridad de los fármacos biológicos. El delegado de Relaciones Internacionales de la sociedad explica a GACETA MÉDICA la necesidad de que exista este documento y los problemas que acarrearía que se incumpliese la normativa establecida para estos medicamentos.

Pregunta. ¿Qué llevó a la Sociedad Española de Reumatología a apoyar el ‘Manifiesto por la seguridad del paciente en los tratamientos biológicos’? ¿Por qué cree que era necesario este documento?

Respuesta. Porque comparte el pensamiento de la SER, de hecho, unos días antes había elaborado un documento acerca de biosimilares que, salvo un par de puntos muy específicos, es superponible totalmente al de la AGP. Este tipo de textos son necesarios porque hay un ‘boom’ de un nuevo grupo de fármacos y muy poca información, por lo que hay que poner en conocimiento de los profesionales y pacientes este nuevo grupo de fármacos.

P. ¿Qué dificultades puede acarrear la convivencia de biológicos y biosimilares?

R. Si se cumple la normativa actual, tanto desde el punto de vista europeo como a nivel nacional, no tiene que haber ningún problema, sólo lo habría si no se cumpliese.

P. ¿Cómo cree que debe ser la farmacovigilancia a la que estén sometidos estos medicamentos?

R. Tiene que ser un control absolutamente igual que el que han seguido los fármacos innovadores. La SER, que es una de las líderes en farmacovigilancia, se ha ofrecido a las administaciones públicas para formar parte de ese grupo de control con los biosimilares.

P. En su opinión, ¿la seguridad del paciente está garantizada?

R. Los fármacos están estudiados, están trabajados y, en principio, si se cumple lo que se dice, sí estaría garantizada, el problema es que a veces el cumplimiento no es tal y como se dice.

P. ¿Considera que existe riesgo de que aumenten las inequidades entre comunidades autónomas? ¿Qué medidas habrían de tomarse para que esto no suceda?

R. Todas las sociedades científicas piensan que los biosimilares son bienvenidos porque pueden acercar un grupo de fármacos a toda la población ya que, en una situación económica difícil, qué duda cabe de que el disponer de fármacos de similares características para atender a un grupo mayor de población es un dato importante. Las dificultades surgen si no se siguen las indicaciones para cada fármaco o si en determinadas comunidades se aprueben unos o se aprueban otros, es decir, la falta de homogeneidad a la hora de establecer y aplicar las normas, pues estamos ahora en 17 estados y cada uno tiene su forma de ver las cosas, en esto y en muchos otros problemas de la vida cotidiana. Si se cumple lo que pone en el papel, no va a haber ningún problema, pero yo, que soy reumatólogo andaluz, estoy convencido de que en Andalucía parte de esa norma no se está cumpliendo. Hay hospitales en la comunidad, que pronto saldrán a la luz pública, en los que se estan haciendo intercambiabilidades y usos fuera de indicación, por lo que se está transgrediendo lo establecido y probablemente ahí sí que haya inequidad y pueda haber riesgo para los pacientes.