nombramiento/ La ministra destacó en su discurso el papel decisivo del médico en el SNS y la troncalidad como materia pendiente

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La nueva ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad tomó posesión de su cartera con su adhesión a la hoja de ruta del Interterritorial
| 2010-10-22T17:28:00+02:00 h |

carlos b. rodríguez

Madrid

Víctima indeseada de un comentario indeseable, la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, tuvo que demostrar en su toma de posesión lo que a otros se les exige transcurridos cien días en su cargo. Su discurso fue muy distinto al de Trinidad Jiménez que, quizá por la novedad, a su llegada al ministerio se centró casi exclusivamente en Política Social. Las palabras de Pajín fueron mucho más medidas, entró en el terreno de lo concreto y no olvidó a nadie. La nueva ministra repartió compromiso, diálogo y ganas de trabajar a todos los sectores socio-sanitarios. Sólo una ausencia: en ningún momento mencionó la palabra ‘pacto’.

Y eso que Jiménez, en su despedida, hizo un balance exhaustivo de su gestión, en el que no faltó, como era de esperar, la mención obligada al 18 de marzo, un testigo que mantiene su sucesora. “Los acuerdos alcanzados por el Consejo Interterritorial son una hoja de ruta que vamos a seguir desarrollando”, dijo Pajín. Y, a continuación, y aunque no mencionó el pacto, un aviso a navegantes: “No doy por cerrada ninguna puerta con los grupos parlamentarios”.

Muchos retos y poco tiempo

Muchos son los retos a los que se enfrenta la nueva ministra. Para afrontarlos solicitó dos cosas: una oportunidad a aquellos que no la conocen y la complicidad de organizaciones y pacientes. Antes del traspaso de carteras, de hecho, la nueva ministra ya había iniciado contactos telefónicos o personales a título individual con agentes del sector farmacéutico, a los que calificó de “fundamentales” en el desarrollo de la política sanitaria. “Vaya por delante mi compromiso y mi diálogo”, matizó.

En el apartado sanitario, la ministra tampoco olvidó a los médicos y farmacéuticos. De los primeros recordó su “papel decisivo” en el SNS y la materia pendiente de la troncalidad. De los segundos, resaltó su compromiso para que esta profesión “en continuo cambio” pueda seguir haciendo frente a los retos que ofrecen las enfermedades emergentes y los nuevos tratamientos.

En medio, muchas materias que en este momento son asuntos del ministerio: la prevención, la asistencia sanitaria en igualdad de condiciones (Ley de Universalización) o la Salud Pública, un apartado que dio a Pajín la oportunidad de alabar la gestión de su antecesora en un punto que ahora le toca a ella desarrollar: “Hoy se respira mejor en el ministerio y este país gracias a Trinidad Jiménez”.

Y éstos son sólo algunos de los deberes de la nueva ministra, que en Política Social afronta el reto de reconocer el derecho a la prestación de más personas en situación de dependencia moderada. El momento no es fácil. España atraviesa una de las crisis más duras de su historia, pero la ministra puso en valor el esfuerzo de unos presupuestos que dedican el 58 por ciento a la política social.

No pudo faltar tampoco la enumeración de tareas en el nuevo campo que amplía las competencias del Ministerio de Sanidad: violencia de género, igualdad, lucha contra la discriminación… Asuntos que la ex ministra Bibiana Aído, desde el pasado viernes secretaria de Estado dentro del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, vinculó a las declaraciones sexistas sufridas por Pajín poco antes de tomar posesión de ambas carteras.

“Muchas tareas importantes y poco tiempo para afrontarlas”, concluyó la ministra. Cobraban fuerza las palabras con las que empezó su discurso y que apuntaban que la fusión de ministerios no implicaría primar unas competencias sobre otras: “Austeridad en estructura, pero en ningún caso un paso atrás en ninguna política”.