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La eliminación de la paga extraordinaria de Navidad del personal funcionario y de los altos cargos de la Administración —recorte que se compensará con aportaciones al fondo de pensiones a partir de 2015—, el “ajuste a la baja” de los días de libre disposición y la equiparación de las condiciones de incapacidad temporal con las del resto de trabajadores, junto con una rebaja del número de liberados sindicales —anunciadas en el Congreso como nuevas medidas de ajuste por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y aprobadas este viernes en el Consejo de Ministros— suponen una nueva “vuelta de tuerca” para el médico por su condición de personal estatutario al servicio de la Administración.
Así, el sindicato CESM calcula que supondrá otra pérdida adquisitiva de entre el 3 y el 5 por ciento del salario, que se sumará a los recortes económicos que vienen sufriendo desde junio de 2010, por lo que esta central, para empezar, ha puesto en cuarentena el espíritu de colaboración que ofreció a la ministra de Sanidad, Ana Mato, durante su encuentro el pasado junio. Más tajante, el sindicato enfermero Satse, ha calificado de “ataque sin contemplaciones” una decisión que, aseguran, tendrá contestación en los centros y en las calles pues el actual Estado de Bienestar español está “herido de muerte”.
A esto se añade la posibilidad de ver ampliadas de nuevo sus horas de trabajo semanales cuando las regiones todavía están adaptando, con conflictos sindicales de por medio, el aumento de dos horas y media. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, anunció esta idea durante su intervención en un curso de verano de El Escorial, aunque finalmente no pudo explicarla en la reunión de la Mesa de la Función Pública ya que las centrales sindicales la abandonaron en señal de protesta tras los anuncios de Rajoy.
Los profesionales también han rechazado esta idea tanto por las formas —sin negociar con los representantes sindicales— como por el contenido —sin “conocimiento ni rigor”— pues su jornada llega a alcanzar, en muchos casos, las 48 horas semanales, tal y como vienen recordando tanto los sindicatos de clase como los de médicos y enfermeros. Sin embargo, a la hora de incrementar el tiempo de trabajo —en muchos casos mediante la reducción de las horas complementaria o contabilizando las guardias y la jornada de tarde o en sábado— las administraciones no están teniendo en cuenta que los facultativos dedican más de tres horas a la semana a formación durante su tiempo libre, cuando este debería considerarse también parte de la jornada como en otros sectores. Así lo ha recordado Vicente Matas Aguilera, del Centro de Estudios del Sindicato de Médicos de Granada, que ha presentado un informe en el que recuerda al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que la formación continuada de los médicos es una “necesidad” para la profesión por la rápida evolución de los avances en salud y por su compromiso moral con la sociedad. Esto les supone un esfuerzo adicional que no ha tenido, hasta ahora, ningún tipo de reconocimiento ni compensación, por lo que reclaman que su jornada real contemple la ordinaria, la complementaria y su labor docente fuera del horario.
Por su parte, tanto CESM-Andalucía como el Sindicato Andaluz de Funcionarios de la Junta (Safja) han presentado un recurso ante la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad contra el plan de ajuste del Gobierno regional pidiendo su suspensión cautelar hasta que se resuelva. Además, todas las organizaciones integrantes de la mesa sectorial —Satse, CSIF, UGT, CC.OO. y Faspi— abandonaron la última reunión de este órgano dada la “actitud dictatorial” del SAS que no quiso concretar cómo se aplicará el incremento de jornada.
Por su parte, el Colegio de Médicos de Las Palmas se ha sumado a las reclamaciones sindicales presentando en la Presidencia del Gobierno de Canarias un manifiesto contra la “reducción de prestaciones” y contra el reparto de la Sanidad “al mejor postor”, mientras que CESM-Castilla-La Mancha ha rechazado el recorte de 154 facultativos en los 11 hospitales de la comunidad propuesta por el servicio regional de salud (Sescam). En la Comunidad de Madrid, la falta de negociación ha llevado al sindicato Amyts ha convocar repetir la huelga de junio los días 1, 2, 3, 4 y 5 de octubre, un paro que pasará a ser indefinido si persiste la falta de diálogo.