| lunes, 24 de mayo de 2010 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Mis maestros, los más domésticos por cierto de la Oncología más mediática han sido González Barón, Ramón Colomer y Antonio González. Después me dio la mano y el abrazo llevándome al territorio más próximo Alfredo Carrato y Díaz Rubio. Ana Lluch, la insigne señora de Valencia, me dio a entender la psicología de las mujeres afectas de patología de la mama sin que por ello se distancie ni siquiera un milímetro de la oncología vanguardista más ortodoxa y más eficaz. Me reciclo permanentemente con las “Guías Oncológicas” que publica periódicamente la Editorial Arán de Pepe Jiménez. He deambulado por los conceptos de “la verdad soportable” y las diferentes consecuencias sobre órganos y aparatos tanto de la quimioterapia como del propio proceso oncológico. Ahora un grupo de mujeres oncólogas, las doctoras Ana Lluch, Laura G. Estévez, Montserrat Muñoz, María Lomas y Mª Antonia Gimón, presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama presentaron el libro Siéntete bien, que explica cómo controlar las náuseas y los vómitos en pacientes de cáncer de mama que reciben quimioterapia. Pero lo importante es que el día a día, la limitación de tiempo en las consultas y la infinidad de preguntas que se le ocurren a un paciente oncológico nos lleva a que son muy variadas y frecuentes las cuestiones sobre náuseas y vómitos de las enfermas medicadas con diferentes alternativas tan eficaces como floridas en sus efectos secundarios.

Por esta razón, el libro Siéntete bien, con un cómodo formato de preguntas y respuestas, explica todas las cuestiones que pueden surgir a la paciente de cáncer de mama en torno a la posibilidad de experimentar náuseas y vómitos, incluyendo algunos temas polémicos como la posibilidad de utilizar cannabis para paliar las náuseas o remedios naturales sin eficacia demostrada.

Transita bien el tratamiento del cáncer de mama cuando nos adentramos en solucionar otro tipo de síntomas que propician una mejor calidad de vida en las mujeres porque cada vez se diagnostica en colectivos más jóvenes mediante los programas de diagnostico precoz. Y eso nos lleva a otro espacio en la decisión femenina, la del embarazo después del diagnóstico de cáncer de mama, cuestión que muchos profesionales no tienen clara, pues en muchas ocasiones se recomienda que no les conviene quedarse embarazadas. Seguro.