SNS/ El secretario general de Sanidad considera “inútil” el copago y pide que se concreten las propuestas de financiación que se hacen y quién las hace

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“Nunca ha habido dinero en los presupuestos para acabar el año”, corrige a Feijóo

Considera que Ana Pastor (PP) miente en relación a la deuda con los proveedores

| 2011-06-17T16:21:00+02:00 h |

José García

Madrid

El copago es una medida “inútil” para la sostenibilidad financiera del sistema sanitario, además genera barreras de acceso a los pacientes con menos recursos. Así de tajante se mostró el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, durante su participación en la Tribuna de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). Olmos arremetió contra un editorial del diario El País que apoyaba la medida, e instó a quien defiende el copago a que haga una propuesta concreta, y explique en qué condiciones se implantaría y si el destino de lo recaudado tendría un carácter finalista.

Lejos de copagos, la receta de Olmos para la sostenibilidad en términos presupuestarios pasa por generar nuevos ingresos a través de vías como el cobro de contingencias cubiertas por determinados seguros que son atendidas en los servicios de salud, tal y como propuso el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, o de la asistencia de europeos que vienen por turismo o negocio, e incluso por la vía impositiva, a través del impuesto de la renta, el tabaco o el alcohol. Eso sí, insistió en que sea cual sea la vía los ahorros que se generen deberán ser finalistas para garantizar la sostenibilidad. Ello significa, a su juicio, que hay que ganar en “eficiencia” en la gestión de los servicios y en “transparencia” en el funcionamiento de los servicios clínicos.

Además de esas vías para generar nuevos ingresos, la hoja de ruta de Olmos también incluye seguir impulsando medidas “necesarias” de eficiencia y control del gasto, como el uso racional de medicamentos —adaptación de los formatos a las necesidades de los pacientes, sistemas de dosificación personalizada para crónicos, compras centralizadas, etc.—; dar “un paso más” en la estrategia de transparencia de la sanidad pública ofreciendo información y transparencia sobre la calidad y los resultados en salud a nivel de centros, e incluso servicios; reforzar las capacidades del Consejo Interterritorial para una adecuada gobernanza del SNS “haciendo que los acuerdos se cumplan”; reordenar el modelo organizativo asistencial para una adecuada atención a los crónicos; potenciar la atención primaria con más inversión y capacidad de resolución y menos burocracia; planificar las necesidades de profesionales; reforzar las políticas de salud pública; y reformar a nivel europeo el modelo de adopción de nuevas tecnologías en función de criterios de coste-efectividad.

Contra Feijóo y Pastor

Martínez Olmos también tuvo palabras para el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que aseguró que “no hay dinero en sanidad para acabar el año”, y la coordinadora de Participación Social del PP y ex ministra de Sanidad, Ana Pastor, que señaló que en 2004 su partido dejó sin deuda a los proveedores. “Nunca ha habido dinero en los presupuestos de Sanidad para acabar el año, y cuando él dirigía el Insalud, tampoco”, espetó Olmos a Feijóo. “Fenin y Farmaindustria podrían desmentirle. Tampoco dijo la verdad cuando negó que habíamos incorporada la crisis alimentaria en el último Interterritorial”, le dijo a Pastor. “Siempre ha habido una deuda importante con los proveedores y España ha podido pagarla. Y si el objetivo de Feijóo era decir que hay cuentas ocultas y facturas en los cajones, que saque primero las que tenga en su comunidad. Esto debería aclararlo, ya que la deuda es conocida y reconocida, y aunque mayor, es una deuda que se terminará pagando”, insistió y apeló a la responsabilidad de las personas que están en las instituciones.

Las aportaciones adicionales del Gobierno desde 2005 hasta ahora con motivo de las dificultades financieras de los servicios de salud se pueden estimar en más de 26.000 millones de euros, tal y como avanzó Martínez Olmos. Según el secretario general de Sanidad, que la financiación no tenga carácter finalista condiciona que no todos esos recursos ni todos los ahorros se hayan destinado a la financiación de la sanidad pública. Por ello, considera la cuestión una “prioridad política” a la que tienen que responder los responsables autonómicos. Por ello, abogó por articular medidas a corto y a medio-largo plazo y asegurar que tanto los ingresos como los ahorros que potencialmente se generen a través de diferentes vías queden ligados a los presupuestos sanitarios, ya que, de no ser así, las medidas que se adopten no garantizarían la sostenibilidad.