Ocrelizumab ha demostrado beneficios frente a interferón beta-1a, comercializado como Rebif por Merck, el tratamiento de referencia para los pacientes con esclerosis múltiple (EM) recurrente, según datos de los ensayos clínicos Opera I y Opera II. Estos datos y otros análisis adicionales de los dos estudios en curso se presentarán próximamente en un congreso médico. A finales de año, Roche, compañía que está detrás del desarrollo de estos ensayos, espera comunicar los resultados de un estudio fase III con ocrelizumab en pacientes con otro tipo de EM, la primaria progresiva (EMPP).
En cuanto a los resultados, ocrelizumab alcanzó el objetivo principal de ambos estudios al reducir significativamente la tasa anualizada de recaídas (TAR) en un periodo de dos años frente a interferón beta-1a. Así, también se alcanzaron los secundarios al reducir significativamente la tasa de progresión de la discapacidad clínica (según la escala de discapacidad ampliada EDSS) y mostrar una reducción significativa en el número de lesiones cerebrales (zonas de actividad patológica) detectadas mediante resonancia magnética frente a interferón beta-1a.
En ambos estudios, la incidencia de efectos adversos asociados a ocrelizumab fue similar a la observada con interferón beta-1a, siendo los más frecuentes las reacciones leves o moderadas relacionadas con la infusión. La incidencia de acontecimientos adversos graves asociados con este fármaco —incluidas las infecciones graves— fueron similares a los registrados con interferón beta-1a. Los estudios Opera I y Opera II se llevaron a cabo en 307 centros de 40 países e incluyeron a un total de 1.656 pacientes con formas recurrentes. En España han estado involucrados 14 centros con una participación de 141 pacientes.