J.P.R. Madrid | viernes, 24 de abril de 2015 h |

La Asamblea de Compromisarios del 24 de abril evidenció una vez más el desconcierto que vive el Colegio de Médicos de Madrid (Icomem). La aprobación de las cuentas, el único punto del orden del día, ni siquiera llegó a plantearse. Ana Sánchez Atrio, vicepresidenta de la institución, admite que participaron en la votación médicos, que hasta el pasado día 29 no ejercían como compromisarios.

Pregunta. ¿Han impugnado la Asamblea del pasado viernes?

Respuesta. Ante las irregularidades hemos solicitado un informe jurídico. Sabemos ya que varios compromisarios han iniciado el trámite de impugnación, ya que no se les permitió cumplir con su derecho y con su obligación de votar las cuentas, que eran el único punto del orden del día.

P. ¿Por qué siguieron con la Asamblea a sabiendas de que había personas que no eran compromisarios?

R. La presidenta ya había ejercido su derecho a la invitación de colegiados en Asambleas anteriores. Por respeto a los compañeros pensamos que era mejor esperar. Estaban muy organizadas sus intervenciones. Hubiéramos estado encantados de responder si se nos hubiese ofrecido la posibilidad. Pero su fin era emitir acusaciones sin esperar respuesta. El secretario, el vicesecretario y yo pasamos una hora y media con el brazo levantado y no se nos daba el derecho a réplica. Nunca he visto nada más antidemocrático que esa Asamblea.

P. ¿Por qué la abandonaron después?

R. Cuando comienza la Asamblea, la presidenta nos explica que los compromisarios en funciones votarán con las papeletas, los invitados de la presidenta votarán a mano alzada y los que coinciden votarán con las dos manos. Las mociones alternativas no se pueden tener en cuenta si no cuentan con el voto del 100 por cien de los compromisarios. No había control de quién votaba. Un compromisario significado rompió los papeles del secretario, una imagen que expresaba claramente la intención de estas personas. Las cuentas están auditadas y a disposición de cualquier colegiado. No escondemos nada.

P. ¿Qué medidas se pueden tomar para evitar estas situaciones?

R. No podemos evitar que un presidente no cumpla con los estatutos. Nos encontramos en una situación surrealista pero tenemos que ser cautos y que la asesoría jurídica nos oriente qué hacer por el bien de la institución.

P. ¿Cómo van a repercutir estos dos años de beneficios en el colegio?

R. Cuando entramos nos encontramos con un apercibimiento de cierre del colegio. Hay dos obras pendientes. La primera es una adecuación a la normativa vigente en cuanto a salidas de emergencias. Existían informes del Ayuntamiento que decían que tenían que haberse acometido en 2008. Hay un problema añadido que es el sistema de calefacción y aire acondicionado en unas condiciones pésimas. Nos encontramos también con que en el verano de 2012 se cayó un trozo de la cornisa. Puso de manifiesto las condiciones tan malas de nuestras fachadas. Pero en ese momento el ministerio de Educación recibe una segunda información.

P. ¿Quién envía esa información?

R. Viene de parte de la presidenta, que avisa de que se están cometiendo irregularidades y se paralizan las obras. Se les ha aportado ya toda la documentación, han venido ingenieros y arquitectos del ministerio y han visto que todo estaba en regla. Acabamos de recibir el visto bueno a las obras de las cornisas que es lo que más urge.

P. ¿La presidenta no está firmando los pagos a los proveedores?

R. Pone en duda su legalidad y vulnera el artículo 22 que dice que debe velar por los acuerdos alcanzados en Junta. Ante este problema, se hizo una valoración con la asesoría jurídica y llegamos al acuerdo de que en los pagos se sustituya la firma de la presidenta por dos miembros de la Permanente, vicepresidente y secretario, junto a la firma que va siempre asociada a la del presidente, la del tesorero. Se está pagando a los proveedores pero muchas veces estamos incumpliendo plazos. Para que nosotros lleguemos a ese acuerdo tenemos que esperar al siguiente Pleno, que se celebra una vez al mes.

P. ¿Por qué la presidenta ha intentado romper los contratos del colegio?

R. Sonia López Arribas siembra la duda con la legalidad de los contratos, pero siempre hemos seguido las pautas legales. No podemos rescindirlos unilateralmente. Y podemos sospechar que si la otra parte no está de acuerdo denuncie al colegio y reclame una indemnización que puede ser muy costosa.

P. Han pasado de los 70.000 euros de beneficio en 2012 a casi el millón de euros anual los dos últimos ejercicios.

R. Han desaparecido figuras de asesores, la dirección de la fundación, hemos conseguido contratos mucho mejores… La gestión ha mejorado y las cuentas están ahí.

P. ¿Hay posibilidad de recuperar la reforma de los estatutos?

R. Creo que sí. La modificación de los estatutos, aparte de adecuarlo al momento actual y al anteproyecto de la Ley de Colegios Profesionales, incluía aspectos esenciales como la independencia de los miembros de la Junta, la transparencia en la gestión económica, la neutralidad política… Muchos colegios han hecho modificaciones parecidas. Si queremos un cambio social, las instituciones deben ser participativas.

P. Hay dos procesos judiciales abiertos contra la presidenta, ¿en qué fase se encuentran?

R. Los gastos de la presidenta tienen una fecha que es enero de 2016. Tendrá que justificar sus gastos ante el juez. No es verdad que lo hiciera en el acto de conciliación . En cuanto a revelación de secretos estamos esperando la sentencia del juez. Esperamos que se produzca lo antes posible.

P. ¿Qué proyectos os quedan por llevar a cabo?

R. Los programas de educación para la salud, que empezarán en octubre con la entrada del curso académico, según la consejería de Educación. El Programa de Protección Social ha comenzado y aún nos queda camino por recorrer. La ampliación del Programa Paime. Creemos también que se ha dejado de lado a los médicos de ejercicio libre que no tienen tantos recursos para formarse. Hemos reactivado un programa para asesorar a los médicos ante agresiones. Al fin y al cabo es aplicar la Ley de Colegios que lleva vigente muchos años. Las corporaciones tienen unas funciones que desgraciadamente en raras ocasiones se cumplen. Entre escándalo y escándalo vamos abriendo camino.