Los estudios seleccionados para que sean presentados en la plenaria del Congreso de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO) 2016, la más relevante del encuentro que selecciona cuatro trabajos de los más de 5.000 que se presentan, han sido variopintos. Cáncer de mama, neuroblastoma, glioma y mieloma múltiple fueron los protagonistas.
Uno los estudios destacados en el congreso fue un ensayo pivotal en fase III con daratumumab, el primer anticuerpo monoclonal aprobado en mieloma múltiple (MM), con cerca de 500 pacientes con MM refractario. La combinación con este fármaco redujo el riesgo de progresión del tumor en un 70 por ciento y mejoró los datos de respuesta parcial de un 29 a un 59 por ciento y los de respuesta completa de un 9 a un 19.
“Este nuevo tratamiento frena rápidamente el crecimiento del tumor en muchos pacientes. El estudio confirma la eficacia de daratumumab que se había visto antes en ensayos clínicos tempranos y con un número reducido de pacientes”, explicó Julie M. Vose, presidenta de ASCO.
El fármaco, comercializado por Janssen como Darzalex, está dirigido a una proteína de la superficie de las células cancerígenas denominada CD-38. “Estos resultados no tienen precedentes en este tumor”, comentó Antonio Palumbo, jefe de la Unidad de Mieloma del Departamento de Oncología de la Universidad de Torino. “Está claro que vamos hacia un régimen de tres fármacos con daratumumab como estándar de tratamiento”, subrayó.
Este primer estudio ranzomizado de daratumumab incluyó cerca de 500 pacientes con MM refractario que recibieron ocho ciclos de cada régimen, seguidos de una terapia de mantenimiento con el fármaco en los pacientes del grupo de daratumumab. “Se trata de un fármaco de rápido efecto, en muchos casos el tumor se redujo en sólo un mes y como consecuencia los pacientes tuvieron menos dolor y mejor calidad de vida”, añade Palumbo. Además, el fármaco no empeoró los efectos secundarios más frecuentes asociados al tratamiento estándar.
Cáncer pediátrico en la plenaria
Destaca que uno de los seleccionados por ASCO haya sido un estudio de cáncer pediátrico. Se trata de una investigación financiada por el Instituto Nacional del Cáncer randomizado en fase III y desarrollada por el Grupo de Oncología Infantil en neuroblastoma de alto riesgo que muestra que realizando un segundo trasplante de células madre autólogas se obtienen mejores resultados en estos pacientes.
“Estos resultados cambiarán la forma de tratar a estos pacientes con neuroblastoma de alto riesgo en Estados Unidos, donde tenemos una urgencia importante de mejores tratamientos “, señaló Julie R. Park, del Seattle Children´s Hospital. “El tratamiento que utilizamos para el neuroblastoma de alto riesgo es el más agresivo y tóxico que le damos a los niños con cáncer. Por esta razón, es necesario centrarse también en los efectos secundarios de estas terapias y desarrollar algunas con menos toxicidad”, apostilló.
Así, a los tres años, el 61,4 por ciento de los pacientes que recibieron un doble trasplante estaban vivos y libres de enfermedad, en comparación con el 48,8 por ciento de los que recibieron un solo trasplante. Los efectos secundarios fueron similares en ambos grupos. La supervivencia global a los tres años fue ligeramente mayor en el grupo de doble trasplante que en el de simple (74 frente a 69,1 por ciento).
La mayoría de las recaídas en estos pacientes tienen lugar a los dos-tres años después del diagnóstico. De hecho, los pacientes que no han recaído a los tres años tienen una mejor pronóstico de supervivencia a largo plazo. De este modo, está previsto que el seguimiento de estos pacientes continúen durante 10 años.
Los beneficios fueron mejores entre los pacientes que recibieron inmunoterapia que incluyeron anticuerpos anti-GD2 más citoquinas tras el trasplante. En estos pacientes, la supervivencia libre de enfermedad también fue significativamente mayor en aquellos que recibieron un doble trasplante (73,2 por ciento) frente a aquellos con uno simple (55,5), así como la supervivencia global (85,6 frente a 75,8).
Terapia hormonal en cáncer de mama
Otro de los estudios que han sido destacados en esta edición de ASCO fue un ensayo canadiense en fase III randomizado que mostró que prolongar la terapia hormonal con letrozole hasta los 10 años –en vez de cinco- reduce el riesgo de recaída en cáncer de mama. “Las mujeres con cáncer de mama hormonodependiente tienen un riesgo indefinido de recaída”, especificó Paul Goss, director del Breast Cancer Research del Massachusetts Hospital. “El estudio confirma que prolongar la terapia con este inhibidor de la aromatasa puede reducir el riesgo de recaída sin comprometer la calidad de vida”, acotó.
Las mujeres del grupo de letrozole tuvieron un 34 por ciento menos de riesgo de recurrencia del cáncer y la incidencia anual de cáncer de mama contralateral fue también menor en este grupo que en placebo.
Glioblastoma en pacientes ancianos
Otro estudio canadiense estuvo presente en la plenaria. Un ensayo randomizado en fase III mostró que añadir temozolimide a la radioterapia de corta duración en pacientes ancianos con gliobastoma mejora significativamente la supervivencia y reduce el riesgo de muerte un 33 por ciento. Se trata del primer estudio en este tipo de pacientes.
“Aunque este tumor afecta sobretodo a pacientes ancianos, no hay consensos claros de tratamiento y la práctica clínica varía. Este estudio es la primera prueba de que la quimioterapia en combinación con radioterapia de corta duración extiende significativamente la supervivencia sin detrimento de la calidad de vida”, explicó James R. Perry, del Odette Cancer y Sunnybrook Health Sciences Centres in Toronto.