br
El Hospital La Fe de Valencia pondrá en marcha un “banco de leche” los próximos meses
Defienden que la neonatología sea una especialidad por motivos clínicos, de investigación e institucional
Toni Martínez
Valencia
“Hay que crear el ambiente propicio para que se pueda desarrollar el bebé”. Éste es a juicio del jefe del servicio de Neonatología del Hospital La Fe de Valencia, Vicente Roqués, una de las acciones, independientemente de la tecnología, que se pueden hacer para aumentar la supervivencia de los niños nacidos con bajo peso. En este sentido, asegura que “actualmente las unidades neonatales son muy lesivas, hay mucha gente, demasiado ruido y un exceso de luz”. “Todas estas situaciones se podrían solucionar con algo tan simple como que el niño duerma mejor, que esté tranquilo, que no se le produzca dolor”, lo que ahorraría muchas complicaciones, según el neonatólogo.
Roqués hizo estas declaraciones durante el 22º Congreso Nacional de Neonatología y Medicina Perinatal en el que, cerca de 900 neonatólogos y enfermeras se hizo un alegato a favor de las nuevas técnicas de diagnóstico precoz para evitar problemas metabólicos en los bebés.
Actualmente, en España hay una tasa ligeramente superior al 10 por ciento de niños que nacen de forma prematura, las razones son varias, entre ellas la mayor edad materna, el aumento de la fecundación in vitro o el déficit de cuidados durante el embarazo en las mujeres inmigrantes. Una tasa que aunque aumentó en las décadas de los ochenta y noventa, se ha estabilizado en los últimos años.
Aún así, un hospital de referencia como La Fe trata anualmente a una media de 150 niños con un peso inferior a 1.500 gramos, y cerca de 50 con un peso inferior a 1.000 gramos. Por este motivo, los expertos reunidos en Valencia destacaron la necesidad de evitar posibles complicaciones con el desarrollo de nuevas técnicas como por ejemplo la implantación de la hipotermia corporal. Esta técnica consiste en “enfriar a los niños pequeños con daño cerebral, algo que ha demostrado ser muy efectivo, lo que se hace es disminuir la temperatura corporal del niño a 35 grados para enlentecer las alteraciones metabólicas y evitar el daño cerebral”. Esta técnica se utiliza sobre todo en los niños con encefalopatía hipóxico isquémica, y se tiene que realizar antes de que transcurran las seis horas primeras de vida del bebé.
Con la implantación de estas técnicas, con un mejor diagnóstico precoz y con las diferentes adaptaciones ambientales del espacio, el hospital valenciano ha logrado que en los últimos 20 años, la tasa de supervivencia de los niños con peso menor de 1.500 gramos haya pasado de un 25 a un 80 por ciento.
Otro tema tratado durante el encuentro fue la presentación de la puesta en marcha, en los próximos meses, de un “banco de leche” en el Hospital La Fe, que recogerá leche materna de aquellas mujeres que lo deseen y, tras pasar un proceso y asegurar su calidad, se administrará a los niños prematuros cuyas madres no hayan tenido la subida de leche.
La médico adjunto del servicio de Neonatología de La Fe, Pilar Sáenz, explicó que, antes de administrar la leche a los bebés “muy prematuros o con problemas” se analizarán muestras biológicas y se pasteurizará para confirmar que no está contaminada.
En busca de la especialidad
Una de las reivindicaciones de los expertos reunidos en Valencia fue que la neonatología debería ser “una especialidad pediátrica o si se quiere un área de conocimiento especial dentro de la pediatría”, tal y como aseguró el presidente de la Sociedad Española de Neonatología (SEN), José López Sastre.
Sastre apeló a motivos clínicos, “hay más de 210 unidades de neonatología en el país, un total de 30 hospitales con la capacidad de dar docencia y muchos jefes de servicios de neonatología”; de investigación, “hay ocho equipos importantes en España” e institucionales, “la Sociedad Española de Neonatología tiene 831 miembros y el presidente electo mundial es un neonatólogo español”. Tres motivos, a su juicio, “más que suficientes para exigir la especialidad”.
En este sentido recordó que el ministerio aceptó la proposición en el pleno del consejo nacional de investigaciones médicas en el año 1997, pero “aún seguimos esperando, no nos han dicho ni que sí ni que no”, indicó.
Finalmente, se destacó el valor de los médicos de atención primaria, más aún con el programa de ‘alta precoz’, por lo que se defendió su formación como “algo imprescindible, que ya se está haciendo y que es una de las bases del éxito del programa”, señalaron neonatólogos en el encuentro.