Gaceta Médica Madrid | lunes, 15 de junio de 2015 h |

El desarrollo de la tecnología aplicada a la urología como la endourología o la laparoscopia urológica sigue avanzando en nuestro país y obliga a los urólogos a incorporar a su trabajo nuevas formas de cirugía mínimamente invasiva y altamente resolutiva. Tal y como se ha presentado en el 80º Congreso Nacional de Urología, que acaba de concluir en Salamanca, existen técnicas como la minilaparoscopia y otras herramientas con visión 3D que optimizan la cirugía urológica y suponen una alternativa más segura y eficaz tanto para el médico como para el paciente. “Existe una variante de la cirugía de accesos mínimos que ofrece numerosas ventajas y es la alternativa más efectiva y segura de este grupo de procedimientos”, explica José Luis Álvarez-Ossorio, coordinador del Grupo de Trabajo de Endourología, Laparoscopia y Robótica de la Asociación Española de Urología (AEU).

En busca de una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que pueda lograr resultados reproducibles y manteniendo la seguridad de los procedimientos laparoscópicos convencionales, diez hospitales españoles están inmersos en un estudio multicéntrico con el uso de laparoscopia, utilizando instrumental de 3 mm en lugar de 5 mm como se hace de forma habitual. “La minilaparoscopia es una progresión natural de la laparoscopia convencional. Está destinada a disminuir el trauma quirúrgico reduciendo el diámetro del instrumental laparoscópico estándar y supone una alternativa segura y eficaz, tanto para el médico como para el paciente”, añade el experto. “Parece claro que mientras más pequeña sea la cirugía más rápida será la recuperación”, destaca Álvarez-Ossorio. Gracias a las diminutas dimensiones de estos instrumentos, la lente laparoscópica puede acercarse mucho más al objetivo, obteniendo así una mejora en la resolución y, por lo tanto, una identificación más clara de las estructuras anatómicas. “Está más que demostrado que la cirugía laparoscópica causa menor trauma quirúrgico”, comenta el urólogo.

Otra de las novedades presentadas en esta Reunión de la AEU ha sido la tecnología tridimensional. Tal y como explica el doctor Álvarez-Ossorio “al operar en dos dimensiones generamos la profundidad en nuestro cerebro y la distancia la entendemos porque la hemos aprendido con la práctica clínica. Gracias al 3D, vemos volúmenes que antes solo intuíamos. Además, aporta una mayor precisión y calidad en la operación y mejora la seguridad del paciente”. En esta misma línea, continúa este especialista, “disminuye la fatiga visual de los cirujanos que suele aparecer a las dos horas de intervención. Finalmente, y desde el punto de vista docente facilita el aprendizaje de este tipo de cirugía por parte de los especialistas en formación”.

“España es uno de los países más avanzados de Europa en el uso de la laparoscopia. Actualmente se realiza en la mayoría de los hospitales públicos, independientemente del nivel del centro. Esto no ocurre en Europa y, por supuesto, tampoco en Estados Unidos donde se realiza la mayor parte de las intervenciones a través de robot, o bien por las cirugías abiertas clásicas. Por el contrario, la robótica en nuestro país varía mucho de una comunidad a otra”, lamenta el experto. Y es que la crisis económica está retrasando la implantación de nuevos aparatos para cirugía robótica en los hospitales españoles, ya que se trata de intervenciones bastante costosas, tanto por el precio del robot como por el mantenimiento y material usado en las operaciones. Actualmente están disponibles 22 robots repartidos entre Andalucía, Cataluña, Madrid, País Vasco, Navarra, Valencia, y Baleares. “Llama la atención, por ejemplo, que Castilla y León no cuente con ningún hospital que realice intervenciones por vía robótica y por el contrario, País Vasco cuente con varios equipos en la medicina pública y en la privada”, concluye Álvarez-Ossorio.

Asimismo, también durante el congreso, se han presentado datos actualizados del ‘Registro Nacional de Cáncer de Próstata’, en el que participan 24 hospitales españoles. Con un seguimiento a tres años, este documento señala que la prostatectomía, con un 38,89 por ciento, es la opción terapéutica más utilizada en pacientes con cáncer de próstata, seguida de la radioterapia, la braquitaerapia y la hormonoterapia. En cuanto a la investigación en biomarcadores que mejoren la especificidad del PSA, durante el Congreso se habló del desarrollo de isoformas del PSA, el PSA libre y su relación con el PSA que se viene utilizando desde hace años y, más recientemente, la combinación del PHI y 4K, q utilizan algoritmos de probabiliadd diagnóstica.