Redacción
Madrid
Reincorporado a la actividad política, el consejero de Sanidad y Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, mostró la semana pasada su satisfacción por la aprobación en el Pleno de las Cortes regionales de la Ley de Derechos y Deberes en Materia de Salud de Castilla-La Mancha, un trámite que sigue al debate y la votación del dictamen sobre esta norma de la Comisión de Salud y Bienestar Social.
Esta ley, que entrará en vigor en seis meses y define el marco jurídico y las reglas del juego en la relación entre el paciente y el profesional sanitario, es una de las normativas más avanzadas en este sentido en España y Europa, según manifestó el consejero.
De cara a los profesionales, la norma regula los derechos en formación, seguridad, estabilidad, apoyo institucional y medios adecuados para que los profesionales sanitarios puedan ejercer su labor, además de sus deberes, entre los que se encuentran prestar una adecuada atención sanitaria, facilitar a los pacientes información de cualquier actuación en salud, respetar las decisiones voluntarias del paciente y evitar la sobremedicalización.
Respecto a los pacientes, el texto recoge derechos relativos a la intimidad, confidencialidad, consentimiento informado, libre elección y participación activa en la gestión sanitaria, pero también sus deberes, que comprenden un uso adecuado de los recursos, la responsabilidad con su propia salud y el respeto al personal que presta sus servicios en los centros de la región.
