OSTEOPOROSIS/ Se presentan los resultados del estudio REAL

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Un nuevo trabajo confirma la efectividad de risedronato, frente a ibandronato, en la reducción de fracturas de cadera
| 2009-09-27T18:11:00+02:00 h |

Javier Gracia

Barcelona

Según el estudio observacional retrospectivo Real World Effectiveness Study, publicado en Osteoporosis Internacional, no todos los bifosfonatos son efectivos en la prevención de la fractura de cadera.

Según el profesor Johann-Diederich Ringe, autor del estudio y director médico del West-German Center for Osteoporosis de la Clínica Leverkusen, en la Universidad de Colonia, sólo risedronato y alendronato han mostrado efectividad en la reducción de fracturas no vertebrales y de cadera, mientras que ibandronato sólo lo ha demostrado en fracturas vertebrales.

En este sentido, el Dr. Josep Blanch, consultor del Servicio de Reumatología del IMAS-Hospital del Mar, ha asegurado que este estudio “es especialmente singular por aplicar una metodología única, que ha permitido comparar los distintos bifosfonatos. El trabajo compara, dentro de cada grupo de tratamiento, la incidencia de fracturas durante los tres primeros meses del tratamiento, considerado como periodo control, respecto a la incidencia de fracturas observada durante un año de tratamiento”. En su opinión, este diseño permite realizar comparaciones sin sesgo en las 210.000 pacientes analizadas.

Por su parte, Ringe ha subrayado que el estudio arroja una disminución significativa del riesgo de fracturas clínicas vertebrales en los tres grupos de bifosfonatos orales, en comparación con los tres primeros meses de tratamiento, pero que tras un año de estudio se ha confirmado que “risedronato muestra una reducción del 43 por ciento en el riesgo de fractura de cadera, en comparación con alendronato, y una clara ineficacia de ibandronato”, apostilla.

Mayor adherencia

Los expertos han recordado que la reciente aparición en el mercado de nuevas dosificaciones de risedronato (Acrel 75 mg), “puede suponer una herramienta válida contra la falta de adherencia al tratamiento, sin duda uno de los principales problemas de la osteoporosis”.

Ringe ha señalado que la aparición de biológicos como denosumab pueden aportar beneficios en este campo, pero añade que “los bifosfonatos son fármacos muy específicos, orientados al hueso, mientras que los biológicos presentan un radio de acción más amplio, lo que podría traducirse en menor efectividad y más efectos secundarios”.