ENTREVISTA/ La máxima responsable de Sanidad del PP revisa la situacion financiera del Sistema Nacional de Salud y desgrana sus propuestas

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Ana Pastor

Coordinadora de Política Social del Partido Popular

| 2011-07-01T19:25:00+02:00 h |

José M. López

Madrid

Es, sin duda, la cara de la sanidad del Partido Popular desde hace al menos ocho años. Y es probable que sea por mucho tiempo, incluso después de las próximas elecciones generales. Ana Pastor, ex ministra de Sanidad, vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, coordinadora de Política Social del principal partido de la oposición y máxima responsable de sanidad de los populares, aborda para GACETA MÉDICA los principales problemas que afectan a la sanidad española.

Pregunta. En los últimos años se habla mucho de los problemas de sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. ¿Hay realmente un problema de sostenibilidad o se trata de un problema de financiación?

Respuesta. Hay un problema de financiación que no es nuevo. Algunos parece que se han enterado ahora de que tenemos una deuda acumulada de miles de millones de euros. Ya en la Conferencia de Presidentes de 2005 reclamé al presidente del Gobierno que no pusiera parches a la sanidad, que con 500 millones de euros no se solucionaba el problema de sostenibilidad. El sistema está atendiendo a varios millones de personas más, con tecnologías cada vez más eficaces, pero más costosas. Además, la demanda de la población está creciendo. Por lo tanto, tratar que la sanidad siga siendo de calidad, que siga siendo equitativa y contar con buenos profesionales requeriría más recursos para el sistema sanitario, que no se están poniendo.

P. A corto plazo no parece posible dotar de más recursos al sistema. ¿Considera que a medio plazo sería necesario?

R. Lo primero de todo, hay decir que el Gobierno a día de hoy sigue sin reconocer que el sistema sanitario tiene un problema de financiación. En 2006 las comunidades del PP pidieron reiteradamente a la ministra Elena Salgado la convocatoria de un Consejo Interterritorial exclusivo sobre financiación. Como la ministra no lo hizo, las comunidades interpusieron un recurso contencioso-administrativo, que una vez resuelto por la Audiencia Nacional obligaba al Gobierno a convocar un Consejo Interterritorial monográfico sobre financiación de la sanidad. Aún así, este tema todavía no se ha abordado. El Gobierno debe reconocer que hay una deuda y tiene que sanearla. Es el que ha creado el problema, ya que la financiación de las comunidades autónomas depende de la política económica que se lleva en España y de los ingresos. Estamos ante un Gobierno que no reconoce los problemas y, por tanto, no hace frente a ellos.

P. ¿Y qué tendría que hacer el Ejecutivo? ¿Cambiar el sistema de financiación de las comunidades?

R. España necesita un cambio de Gobierno porque éste está agotado. Cada día cierran empresas, tenemos cinco millones de parados, hay más de un 40 por ciento de jóvenes en paro, a los pensionistas se les baja las pensiones y sigue sin haber reformas que permitan crear empleo y riqueza. Ni se ha hecho reforma en profundidad del sistema financiero ni del sistema laboral ni un plan de austeridad para las administraciones. Se ha puesto en marcha un Plan E que nos ha costado mucho y ha generado inversiones no productivas. Pedimos ese cambio de política que permita crear empleo y riqueza como hicimos en otros momentos de la historia de España.

P. ¿Cree necesario corregir las desigualdades en financiación per cápita que hay ahora mismo?

R. El Estado tiene que velar por una política económica sólida que genere empleo y riqueza, porque los servicios públicos que dan las comunidades se financian con los ingresos por IRPF e IVA y del resto de impuestos. Si los ingresos van mal el sistema sanitario no va a tener recursos. Se está diciendo que la sanidad es el problema, pero el problema es que no hay política económica que genere recursos para financiar un buen sistema sanitario. Cuando gobernó el PP pasamos de una cápita de 558 euros a una de más de mil euros en sanidad. Y gobernando el PSOE en todos estos años la cápita no ha aumentado de esa manera. Hoy la media no llega a 1.300 euros. El nivel de servicios de las comunidades tiene que adaptarse a las necesidades de sus ciudadanos. Las autonomías están priorizando, pero el problema es que no les llegan los recursos y no pueden pagar las facturas.

P. ¿Y tiene solución?

R. El Estado debe velar para que haya una cartera de servicios básica para todos los españoles y porque sea de calidad. Que haya planes integrales de atención a todas las patologías, que se evalúe la calidad y se haga un uso racional de los recursos. Todo eso requiere de un liderazgo del Gobierno de España que, a mi juicio, es prácticamente inexistente.

P. El Consejo Interterritorial del 18 de marzo de 2010 acordó que los recursos adicionales de los que se dotara a la sanidad fueran finalistas. ¿Debemos hablar de una mayor dotación?

R. El problema es que no hay recursos. Entonces, de qué recursos adicionales estamos hablando. En este momento las comunidades ven como pasan los meses y los años y el Gobierno no toma decisiones. Los consejeros están preocupados al ver que el Gobierno está inane ante los problemas de la sanidad. Parecería que el Gobierno piensa que la sanidad es una ‘maría’, porque la atención que se le presta es escasa.

P. ¿Apoyaría el PP un cambio hacia un modelo de financiación sanitario de carácter finalista?

R. Insisto en que lo que hay que hacer es una reforma de la política económica. En este momento el problema es de financiación global, no es de modelos. Tengas el modelo que tengas, si no tienes recursos tienes un problema. Por ello, necesitamos reformas estructurales de nuestra economía. No puedes pensar que subiendo el IVA se arregla la economía. Se ha demostrado que subiendo el IVA, en muchos casos, baja el consumo y se generan menos recursos.

P. Superado el bache y si se entra en un ciclo de crecimiento, ¿consideraría necesario blindar la financiación del sistema?

R. Lo que habría que blindar es el techo de gasto. Con el PP había un techo de gasto y con el gobierno del PSOE el nivel de endeudamiento hace que la partida de gasto para financiar la deuda sea una de las mayores del gasto público. El techo de gasto se fija para que las administraciones no gasten más de lo que tienen y para que gasten en lo que realmente es importante. Para nosotros lo realmente importante es la política social porque una buena política económica te permite una buena política social.

P. ¿Un techo de gasto significa llevar a cabo recortes?

R. El techo de gasto no es para hacer recortes en lo importante sino para recortar en lo superfluo, como están haciendo en las comunidades autónomas en las que está empezando a gobernar el Partido Popular, donde están eliminando la grasa mala y lo superfluo para tener unos buenos servicios públicos. No queremos más Planes E ni cientos de asesores, queremos que se gaste en lo importante. Para mí, lo que hay que priorizar es el gasto en sanidad.

P. ¿Hay grasa mala también en el gasto en sanidad?

R. En el gasto sanitario lo que hay en este momento es insuficiencia económica. En dos legislaturas con el PP se duplicó el gasto y en dos legislaturas con el PSOE, en muchos casos, no ha llegado al 25 por ciento. Ese es el problema de la sanidad. En sanidad hay que hacer reformas estructurales. Yo no lo llamaría grasa mala.

Pregunta. ¿Cómo sería la política farmacéutica del PP?

Respuesta. La política farmacéutica debe ser estable y previsible. Hay que hacer posible un acuerdo marco con todos los integrantes de la cadena del medicamento para los próximos diez años. En ese acuerdo marco deben estar todas las iniciativas que haya que tomar. No se puede hacer una política del medicamento a bandazos. Debe ser previsible y que apueste por la innovación. Con respecto al resto de medidas, serán habladas con todos los que conforman el sector del medicamento, los profesionales sanitarios y los pacientes. Eso sí, siempre haciendo que los españoles tengan acceso a los medicamentos más innovadores.

P. ¿Qué opina de las unidosis?

R. Sigo apostando por que las dosis que se dan a los pacientes estén acompasadas a sus necesidades, que sean personalizadas. Eso no significa dar las pastillas sueltas sino que cada vez más, en todos los ámbitos de la prescripción, ésta se ajuste a las necesidades del paciente. Porque mientras haya toneladas de fármacos que se destruyen cada año, no cejaré hasta que eso desaparezca. Que en un momento de crisis se estén destruyendo toneladas de medicamentos significa que algo estamos haciendo mal.

P. Hace unos meses preguntó al Gobierno por diversos datos sobre el gasto farmacéutico hospitalario. ¿Qué le han respondido?

R. La respuesta da vergüenza. Si un ministerio no tiene la información del gasto farmacéutico hospitalario, ¿cómo pueden decir que baja el gasto farmacéutico?

P. ¿No tiene información porque las comunidades autónomas no se la dan?

R. Si el Gobierno no tiene la información sobre el gasto hospitalario, mal vamos a planificar el futuro del SNS. Es un tema de información y, por lo tanto, no puede decir que es competencia de las autonomías.

P. ¿Pero no hay falta de coordinación dentro del CISNS?

R. No. El Parlamento le pregunta al Gobierno por el gasto hospitalario y el Gobierno contesta que están preparando una metodología. Podemos tardar en conocer este dato años. Esto no es de recibo. Estamos hablando de racionalidad del gasto farmacéutico y el gasto hospitalario es parte sustancial del mismo. Es un dato que necesitan saber no solamente los representantes políticos sino todos los españoles. Sobre todo el gasto que estaba en receta y se ha ido al hospital. No está escrito en ningún sitio que el gasto en receta sea público y que el hospitalario no lo sea. Lo que me preocupa es cómo están planificando si no tiene datos.

P. ¿Cree que se ha utilizado la salida de los DH de la farmacia para reducir la factura?

R. Yo no especulo nunca. Lo que quiero es disponer de la información y luego podré tener conclusiones. Sólo una consideración, el gasto en dietoterápicos alcanza en algunos casos el dos por ciento.

P. Y se sacaron de la contabilidad del gasto en receta…

R. Sí.

P. ¿Cómo valora las políticas autonómicas, en las que cada una actúa por su cuenta?

R. Le voy a decir lo que me gustaría que fuera la política farmacéutica en un futuro. Queremos una política farmacéutica en la que participen las comunidades autónomas, en la que los consejeros estén sentados en una mesa tomando decisiones con respecto a la incorporación de fármacos al sistema y la fijación del reembolso de esos fármacos, y donde las comunidades autónomas acuerden con el Ministerio de Sanidad el nomenclátor del SNS. Esto es justo lo contrario de lo que está pasando ahora: decisiones unilaterales por parte del Gobierno y las comunidades autónomas tomando cada una iniciativas porque no pueden llegar a fin de mes. Esa es la diferencia entre una política de colaboración y lealtad institucional y lo que está haciendo ahora.

P. ¿Qué opina de las trabas autonómicas a los medicamentos que han denunciado sociedades como la SEFH, SER o Facme?

R. Que el Ministerio de Sanidad, como he dicho, ni está liderando ni permite que las comunidades autónomas formen parte de las decisiones que toma. Este es uno de los elementos clave a cambiar en el futuro.

P. La fundación FAES hace un análisis del sistema sanitario que incluye, por ejemplo, el copago o el modelo de farmacia navarro. ¿Qué nos puede contar?

R. Lo coordino con Jaime García Legaz, secretario general de FAES. Lo que estamos haciendo es escuchar a mucha gente y a expertos. Ya sabe que somos contrarios al copago, sería la medida más injusta que podría imaginar.

P. ¿Y todavía no hay propuestas?

R. Estamos estudiándolas.