Lucía Barrera Madrid | viernes, 16 de octubre de 2015 h |

Baleares ha sufrido en estos años el doble de recortes en sanidad que la media nacional. La consejera, Patricia Gómez Picard, asume una “situación complicada” en la que pide diálogo a los profesionales sanitarios.

Pregunta. ¿Cuál es su balance tras cien días al frente de la sanidad balear?

Respuesta. Hemos sido capaces de sentar las bases de los valores y los principios, como fue, por ejemplo, el retorno de la atención sanitaria a inmigrantes irregulares que pusimos en marcha en diez días. Esto era prioritario.

Han sido cien días de diagnóstico de cada una de las instituciones. Tras un análisis, hemos podido comprobar que Baleares ha sido la comunidad donde se han producido más recortes en gasto sanitario, hemos llegado a un 24 por ciento de recorte frente al 12 por ciento de la media nacional. Esas decisiones políticas pueden ser hasta peligrosas para la salud de la población. La realidad es complicada pero nos sentimos con fuerzas para poner unos buenos pilares y conseguir un sistema sanitario con más fortaleza.

P. Teniendo en cuenta estas cifras, ¿maneja alguna estimación de los fondos que tendrá su departamento en los presupuestos para 2016?

R. Estamos trabajando con la Consejería de Hacienda. Va a ser difícil porque el señor Montoro nos obliga a cumplir con el tres por ciento del déficit. El Gobierno central está ahogando a las comunidades. No podemos avanzar con la intensidad que quisiéramos pero sí sentar las bases para recuperar algunas áreas más desfavorecidas como la de acreditación, docencia e investigación. Somos una comunidad pequeña pero tenemos un gran potencial en investigación. En estos cuatro años hemos perdido muchos investigadores y queremos hacer una apuesta en este sentido. Por ejemplo, acreditando el instituto de investigación.

El proyecto global consiste en integrar la salud en todas las políticas, que sea una prioridad de Gobierno y se entienda como una inversión, no como un coste.

Por otro lado, es imprescindible definir la cartera de servicios, queremos llegar a un nivel detallado, apostar por la salud pública, cuyo gasto ha sufrido una reducción del 50 por ciento. No podemos tener esa visión cortoplacista centrada en el déficit. Hay que tener una visión a medio largo plazo y hacer las negociaciones pertinentes entre ministerio y CC.AA. para conseguir un sistema más equitativo.

P. Este año ha desaparecido de los Presupuestos el Fondo de Cohesión, ¿qué consecuencias podría tener para los pacientes de Baleares?

R. En el último interterritorial le comentamos al ministro que el mapa político había cambiado y eso obliga a que se abra la visión porque se siguen tomando decisiones unilaterales. Ha desaparecido el fondo de cohesión sin acuerdo. Es un problema porque necesitamos de servicios que suponen desplazamientos desde Baleares a la Península y además somos una comunidad que vive del turismo y tenemos que ajustar los servicios a esas necesidades de la población. Ahora tenemos que poner en marcha mecanismos complejos para facturar a cada una de las CC.AA. que no están previstos en su articulación. Pedimos al ministerio participar en la toma de decisiones.

P. Han pasado ya seis meses desde la entrada en vigor del Plan para el abordaje de la hepatitis C, ¿se sabe algo de la financiación por parte de Hacienda?

R. Todavía no. Estamos todos los días preguntando a los consejeros de otras comunidades. En Baleares este año el gasto supone unos 35-40 millones y nos condiciona además el presupuesto del año que viene. No podemos asumir 177 millones de déficit que tenemos más lo que van a suponer las triples terapias. Nos podemos ir a 50 millones al año que viene. Tenemos que saber qué piensa hacer el ministerio. ¿Computa como deuda o no computa? Si computa es un problema serio.

P. Tras el retraso de la carrera profesional (CP) hasta 2017 y el anuncio de movilizaciones por parte de los sindicatos médicos ¿qué vías de diálogo hay abiertas?

R. En España tenemos 17 realidades de carrera profesional que hay que respetar, hubieran ido mejor unos criterios algo más homogéneos. Estamos de acuerdo en que hay que recuperar el cien por cien de la carrera, ahora mismo los profesionales están cobrando un 73 por ciento. Ahora bien, no hemos podido hacer frente al acuerdo firmado en abril-mayo porque no estaba dotado económicamente. Pedimos a los sindicatos que nos sentemos a negociar y hagamos un calendario de cuatro años y no esperaremos a dos meses de las elecciones para recuperar derechos. Nuestra prioridad es establecer aquellas medidas de recuperación de esos derechos de los profesionales que revierten en mejoras en la salud de la población.

P. Se han perdido 1.300 puestos en la sanidad pública, ¿hay prevista una OPE?

R. Empezamos una oferta pública de empleo en el 2009 que no se ha concluido. Hemos empezado por acabar ese proceso y abriremos una nueva oferta pública de empleo y un concurso de traslados previos. También queremos introducir mejoras en el sistema de contratación, porque los médicos jóvenes están con unos contratos muy precarios.

P. Cambiando de tercio, ¿qué medidas se van a llevar a cabo de cara a racionalizar el gasto en medicamentos?

R. Queremos recuperar la evaluación de los indicadores de los médicos de atención primaria que daban mucha información al respecto. La implicación de los profesionales para prescribir mejor es importante. En cuanto al gasto de farmacia, estamos bastante bien con respecto a otras comunidades. Es mejorable, pero no mucho más y siempre entendiendo que queremos fomentar la innovación. Entendemos el esfuerzo que hace la industria para poner en el mercado nuevos medicamentos. El acceso a la innovación es el segundo motivo de preocupación de los consejeros —el primero es la cronicidad—. Pediría una política a nivel de Estado, no podemos tratar a un paciente en una comunidad de una forma y en otra de manera distinta. Un NICE sería bienvenido en España. No sé muy bien por qué hay reticencias.

El Gobierno central está ahogando a las CC.AA. con el objetivo del 3% de déficit”

Pedimos una política a nivel de Estado para el acceso
a la innovación. Un NICE sería bienvenido”